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R. M.
Viernes, 2 de octubre 2009, 05:03
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Crear dos macrocampus, un servicio de servicios múltiples, un laboratorio eólico. Lograr que los profesores investiguen soluciones a aquellos problemas que atenazan a las empresas asturianas. Son cambios de calado para una Universidad como la de Oviedo, cuyo plan de futuro debía quedar resumido en apenas 100.000 caracteres si quería acceder a la convocatoria de Campus de Excelencia Internacional.
«El ejercicio nos ha permitido plantearnos lo que hemos sido, lo que somos, y lo que queremos ser; ahora ya lo sabemos: queremos ser una universidad de referencia para los investigadores, con áreas de conocimiento en las que estemos a nivel internacional», sintetizó Ana María Fernández, vicerrectora de Internacionalización y Cooperación al Desarrollo. Así lo explicaron en el documento y en un vídeo de presentación.
«Se nota que los han visto», confiaba su compañero de Investigación, Santiago García. «Es que si ves los demás proyectos, notas que quienes contrataron a una consultora para la redacción tenían palabras muy bonitas, pero poca consistencia», razonaba. «Sólo la gente de la universidad sabe lo que necesita el centro».
¿Y qué es lo que necesita la centenaria institución asturiana? Según el proyecto desvelado por EL COMERCIO, mucho y en todas las direcciones. En la capital, por ejemplo, el diseño de futuro pasa por concentrar todas las enseñanzas de la rama sanitaria en las inmediaciones del nuevo hospital central. En los terrenos de La Cadellada quedarían pues las facultades de Medicina-Odontología y Psicología, además de las Escuelas Universitarias de Enfermería y Fisioterapia. Además se concentrarían los servicios administrativos.
Avance por fases
El proyecto gijonés se presenta como el más realizable a corto plazo. Pasa por edificar la demandada residencia de estudiantes, frente a la Escuela de Marina Civil además de un Edificio de Servicios Comunes, ante la sede departamental.
Además de reordenar, el plan para alcanzar la categoría de Campus de Excelencia Internacional incluye dos clusters, el de Energía, Medio Ambiente y Cambio Climático
y el de Biomedicina y Salud. El primero ya tiene asegurada financiación. «El otro lo volveremos a presentar a las siguientes convocatorias», confirmó el rector, Vicente Gotor.
Lo harán con mejores apoyos. Para enfrentarse al examen del jurado internacional que decidirá quién merece el sello de Excelencia, el ministerio suministrará 200.000 euros a la Universidad de Oviedo. «Haremos una presentación 'guay'», confiaba ayer Gotor. El veredicto llegará el 30 de noviembre, de manos de un jurado cuya composición se guarda en secreto. De momento, el primer nombre conocido es el de el físico, Ignacio Cirac. Es premio Príncipe de Asturias. «Ojalá sea una señal», confía el rectorado.
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