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Por la derecha, Teresa Ordiz, la moderadora del acto, Carmen Munárriz y Tensi Fernández. / JOAQUÍN PAÑEDA
El puntal de la democracia
GIJÓN

El puntal de la democracia

Tres ex concejalas de Participación Ciudadana <strong>rememoran su experiencia </strong><strong>en la relación con el movimiento vecinal</strong>

M. MORO

Sábado, 17 de octubre 2009, 05:07

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Tres ex concejalas de Participación Ciudadana en el Ayuntamiento contribuyeron ayer a dar lustre a los actos por el XX aniversario de la creación de la Federación de Asociaciones de Vecinos de la Zona Urbana (FAV). María Teresa Ordiz, Carmen Munárriz y Tensi Fernández compartieron en público sus experiencias en el trato cotidiano con el movimiento asociativo gijonés. Y las tres llegaron a idéntica conclusión. El acceso efectivo a la participación ciudadana de estos colectivos -a veces muy reivindicativos, pero siempre dialogantes- fue «el puntal para la consolidación de la democracia en la ciudad».

Esta reflexión provocó un rapto de nostalgia en el veterano dirigente vecinal Óscar Piñera, primer presidente de la FAV, quien recordó que durante el fallido golpe de Estado del 23-F las asociaciones de vecinos «no nos fuimos del Ayuntamiento, para proteger lo que tanto esfuerzo costó conseguir, hasta que aquello se disolvió».

Ordiz rememoró el hito que supuso la aprobación del primer reglamento de participación ciudadana de Gijón, que «siempre fue un referente en España en esta materia». «En el trato con los vecinos hubo peleas y discrepancias fuertes, pero nunca encontré a nadie que entrara en lo personal», recordó. La actual viceconsejera de Seguridad Ciudadana y Emigración en el Principado, parafraseando a la alcaldesa, aseguró que «su tejido social es la fortaleza de Gijón».

Carmen Munárriz puso de relieve que el movimiento vecinal «es potente y pujante» en la ciudad, «porque ha sabido articular el diálogo». Además, destacó que «siempre planteó reivindicaciones que no eran quimeras».

Tensi Fernández, que antes de concejala fue dirigente vecinal y conoce bien ambos lados de la trinchera, dijo que ella distingue entre ciudadanos y habitantes de una ciudad. Los primeros son los que canalizan sus problemas e inquietudes en colectivos activos, conocen su ciudad y se implican para hacerla más habitable. Los segundos, en cambio, sólo son personas que comen, duermen y trabajan en la ciudad, abrazando si acaso una suerte de «democracia delegativa» (se limitan a votar cada cuatro años).

En el turno de debate los presentes reivindicaron la figura del pionero Manuel Hevia Carriles, quien en su día sentenció que «el movimiento vecinal es el espejo de la conciencia ciudadana». Se convino también «la validez» del actual reglamento de participación ciudadana y se expuso la necesidad de hacer los seis consejos de distrito en que se divide actualmente la ciudad «más operativos, para que el tejido asociativo no tenga que esperar siempre su convocatoria por parte del Ayuntamiento». A través de estos entes, se recordó, es posible articular la participación ciudadana actualmente en los presupuestos municipales con un reparto anula de 6 millones de euros.

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