Los Lagos regresan a la Vuelta

En la última ocasión en la que el ciclismo se adueñó de los Lagos de Covadonga, el 4 de septiembre de 2007, la subida, un pasillo final en ocasiones ratonero por el que un coche sube en tercera marcha, pero que, a lomos de un bicicleta pertenece a otro género de cosas, se convirtió, de nuevo, en un santuario ruso -ya habían ganado Tonkov y Zintchenko-. Vladimir Efimkin, uno de esos talentos que suele dar cada cierto tiempo el deporte ruso, reinó en el interior del Parque Nacional de los Picos de Europa.

Tres años después, la cima emblemática de la Vuelta recobrará en 2010 todo el protagonismo. Será, sin duda, juez de la carrera y representará la reválida para algunos de los favoritos y un examen de calidad para el resto. Pero, probablemente, para conocer el nombre del ganador de la ronda española habrá que esperar al día siguiente. Posiblemente, en la Estación Invernal de Valgrande-Pajares, aunque Unipublic apuesta por el Valle de Lena. Por ejemplo, La Cobertoria.

Sea como sea, la Vuelta 2010 se decidirá en Asturias. Paco Giner y Abraham Olano, dos de los responsables de la elección de los recorridos, estuvieron hasta el pasado lunes en Asturias analizando las posibles alternativas, manteniendo contactos con los dirigentes regionales y cerrando los últimos flecos. Y la decisión está prácticamente tomada.

El acuerdo entre el Principado, y Unipublic, según ha podido conocer EL COMERCIO, es un hecho. El regreso del símbolo de la Vuelta, la montaña por excelencia, está cerrado. Y la ascensión a Pajares, casi también, pese a las reticencias de Giner y Olano. Sea la estación de esquí o, con menos opciones, La Cobertoria, este segundo final de etapa en el Principado se convertirá igualmente en una emboscada, en la etapa reina de la ronda española.

Asturias será el momento en el que los mecánicos desempolven las bicicletas más ligeras e instalen los desarrollos más adecuados a las exigencias de los ascensos. Un cambio brusco y muchos lo pagarán. Dos etapas montañosas por las carreteras de la región que ensalzan las aspiraciones de los escaladores. Una travesía con un marcado perfil montañoso, duro. Ya se habla de una Vuelta abierta que nadie sabe quién cerrará.

Los escaladores tendrá montaña para aburrir a sus rivales. El plato fuerte se levantará en una tercera y última semana que deparará fuertes emociones por las exigentes cumbres asturianas, que, tras un año de distanciamiento, tendrán garantizada su presencia en el próximo trazado.

Paco Giner y Abraham Olano ya han estado procesando datos, apuntando problemas y meditando bondades de los posibles recorridos. Ayer, ya en Madrid, repasaban un enorme dossier. Datos, cifras, infinitos detalles técnicos, salpicados por las propias conversaciones mantenidas con el Principado. Porque en este deporte hay en juego muchos factores y hay que saber calcular con bastante exactitud dónde se hacen las apuestas.

2010 no será el año de la Estación Invernal de Fuentes de Invierno. No habrá hueco tampoco como final de etapa para La Cubilla, pese a que fue una de las ascensiones examinadas esta semana por los dos responsables de Unipublic desplazados a Asturias y que contaba con su visto bueno. Y la tan ansiada Coto Bello, bautizada como Cima Chechu Rubiera, igualmente, no se estrenará. Y eso que cuenta con el respaldo de las caras más conocidas y reconocidas del pelotón asturiano e, incluso, del ex director de Unipublic, el asturiano Víctor Cordero.

La Vuelta del próximo año se ha fijado, pues, de nuevo en su rey -los Lagos de Covadonga- y lo ha acompañado de la magia de una segunda cima para cambiar la historia del ciclismo el próximo año. En Pajares se observarán las verdaderas consecuencias de la batalla de los Lagos. No será una etapa más. Puede marcar y marcará diferencias. Mucho más que la del Parque Nacional.