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Me enteré por...
CÁMARA 47

Me enteré por...

MIGUEL SAMA

Viernes, 6 de noviembre 2009, 03:27

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L os avilesinos nos desayunamos con una convicción. Estamos tan desinformados como la alcaldesa y el concejal de Cultura. Todos nos hemos enterado por la prensa de que la Escuela de Arte completa no formará parte de lo que podemos llamar 'Entorno Niemeyer'. Por nuestra parte vemos normal esa falta de información fresca y exclusiva, pero en la parte oficial parece que las cosas no deben de ser así. Uno no se imagina que lo que pasa en Avilés tenga las mismas coordenadas en Gijón o en Langreo. Que nuestras autoridades se enteren igual que tú, humilde plumilla como gusta al concejal, de asuntos de importancia a la hora de comprar el pan y la leche cotidiana es cuando menos hilarante y cabreante. Los avilesinos, en la piel de nuestros munícipes, no nos merecemos estas afrentas de Riopedre, que ayer vino a la villa a templar la gaita municipal, ignorando que detrás de nuestros ediles hay miles de votantes, personas al fin.

A este ilustre personaje público lo tenemos que declarar cuando menos persona non grata en Avilés, políticamente hablando, ya que cada vez que viene por Avilés anuncia recortes, cierres o retiradas de proyectos. Una cigua diría mi abuela Corona. No ha encajado bien el revolcón popular y político de cuando quiso cerrar el IES de La Magdalena y como buen teólogo, perdona pero no olvida, estas cosas son para la catequesis no para la vida real. Esta vez esperemos que no busque complicidades en el municipio y comarca avilesina en forma de bomberos voluntarios o simples comparsas que dispersen la atención con fuegos de artificio.

Creo que tanto los avilesinos como nuestras fuerzas vivas, más bien peligrosamente adormecida e inertes, tenemos que empezar a pensar que basar la futura prosperidad y el futuro de la ciudad a un edificio singular no deja de ser una falacia. Seremos, quizás, más conocidos en el mundo, y posiblemente más seudocultos, está de moda ir a las conferencias, pero no nos va a resolver la alba cúpula el gran problema de la comarca que es la recuperación del empleo y por añadidura, como diría un evangelista, la vuelta al esplendor laboral y a la disminución de la media de edad, que empieza a ser peligrosamente alta, en esta comarca donde ya los jubilatas, como dicen los modernos, somos mayoría.

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