Borrar
Protagonista. Alice Guy dejó su profesión para dedicarse al cine, donde también fue productora.
La primera mujer tras una cámara de cine
Cultura

La primera mujer tras una cámara de cine

Era secretaria pero se convirtió en la primera directora de la historia tras ver una proyección de los Lumière Un libro rescata la vida de la francesa Alice Guy, pionera en filmar imágenes

TOMÁS GARCÍA YEBRA

Martes, 8 de diciembre 2009, 04:31

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Asistió a una proyección privada que los Lumière organizaron para profesionales y amigos. Fue en marzo 1895, meses antes de que los célebres hermanos revolucionaran el mundo con sus documentales. Sentada ante la pantalla, la joven Alice Guy tuvo claro que quería hacer películas. Se plantó ante su jefe, León Gaumont, y le convenció para que su empresa de fotografía se dedicara también a la imagen en movimiento. Poco después aquella secretaria se convirtió en la primera directora de la historia del cine. En 1897 era jefa de producción de la compañía francesa. Rodó documentales e introdujo la ficción en sus películas. En 1905 viajó a España para filmar producciones sonoras en castellano. Aquellos primeros filmes rodados por una mujer en España son ahora rescatados en el libro 'La estaciones perdidas del cine mudo' (Diputación de Málaga), que acaba de publicar el periodista del diario 'Sur' y especialista cinematográfico Francisco Griñán.

«Aquellas primeras películas apenas han sido investigadas desde nuestro país porque fueron realizadas por una mujer y su figura se ha difuminado con el paso del tiempo». A juicio de Griñán, Alice Guy es una de esas mujeres incansable a las que la historia le ha negado el reconocimiento: «Hoy día su figura está siendo reivindicada desde Estados Unidos y desde su Francia natal».

Su espíritu innovador y experimental le permitió dirigir cerca de un centenar de películas sonoras con el sistema 'cronophone', más de dos décadas antes de que las películas hablaran oficialmente. Como jefa de producción imprimió un sello visual a las producciones de Gaumont, donde hizo escuela al formar a una serie de cineastas. Una huella que después llevó a Estados Unidos donde siguió abriendo camino al fundar su propia productora, Solax, y convertirse en la primera mujer que dirigía un estudio cinematográfico.

Danzas y toros

España también figuró en el mapa profesional de esta cineasta gala, que pudo desenvolverse con el idioma ya que de pequeña pasó algunos años en Chile. 'Las estaciones perdidas del cine mudo' rescata el recorrido de Alice Guy que llegó a Barcelona para rodar zarzuelas en español para el catálogo de Gaumont. «Además de las películas sonoras aprovechó el viaje para filmar documentales, las típicas vistas de la época, y recogió imágenes del Monasterio de Montserrat, la bulliciosa Puerta del Sol de Madrid, la Mezquita de Córdoba, el Guadalquivir a su paso por la Torre del Oro de Sevilla o los gitanos del Sacromonte de Granada».

En la capital hispalense también filmó unas curiosas películas de danzas españolas, entre las que figuraba 'La malagueña y el torero', que fue coloreada a mano para causar mayor impacto en el público. «Esta última película, que ha sido recientemente restaurada por la Filmoteca Española, muestra además imágenes curiosas ya que el torero del título aparece luciendo un imposible capote verde», señala el autor del estudio.

Junto a la serie de filmes de Alice Guy en España, el libro rescata otras 34 producciones documentales y de ficción de la época muda, como la serie 'Danses espagnoles', rodadas en los Reales Alcázares de Sevilla en 1898 por un operador de los Lumière, o la desconocida 'Un día por Málaga' (1913-16), documental de José Gaspar cuyas imágenes originales aparecieron recientemente y están siendo restauradas en estos momentos por la Filmoteca de Andalucía.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios