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Oficina cerrada en la calle de San Bernardo en la esquina con Munuza. :: ÁLEX PIÑA
Sólo sobreviven 40 inmobiliarias en Gijón
GIJÓN

Sólo sobreviven 40 inmobiliarias en Gijón

Las franquicias de intemediación han sido las últimas en desaparecer ante la caída en picado de las ventas en el sector El censo a finales de 2007, antes de la crisis, era de 360 oficinas

PPLL

Lunes, 11 de enero 2010, 11:32

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El negocio de la intermediación inmobiliaria se ha reducido a la mínima expresión en Gijón por la mala situación económica. A finales de 2007 el censo de oficinas era de 360 y en dos años la cifra se ha reducido a una novena parte hasta llegar a las apenas 40 actuales por la caída en picado de las transacciones. De ese número sólo 15 tienen titulación de agentes de la propiedad inmobiliaria y están colegiados en Asturias.

Las últimas marcas en echar el cierre han sido las franquicias de implantación nacional como Allen, Factorhouse, Reinas y Look & Find. Las empresas que sobreviven en los distintos barrios coinciden en calificar el pasado año de «'annus horribilis'» y prevén que 2010 va a seguir por los mismos derroteros.

El presidente del Colegio Oficial de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de Asturias, Antonio Vega, asegura que «en 2009 se tocó fondo, pero el sector empezó a ir hacia abajo mucho antes, en 1997». El crecimiento desproporcionado llegó a a partir del año 2000 con la liberalización de la profesión. En el caso asturiano, la apertura de esta espita hizo que la región pasara de tener 65 agencias inmobiliarias en el inicio del nuevo milenio a más de 2.500 a mediados de 2007. «Mucho oportunista sin preparación vino a este sector para ganar dinero a espuertas en un momento de bonanza económica y alegría en la concesión de créditos. Y esos son los que siguen cerrando, dejando a la gente profesional», sostiene Vega, defensor a ultranza de la teoría de la autorregulación de su actividad.

Pero al margen de este barrido de supuestos advenedizos, el presidente del colegio reconoce que hay una confluencia de circunstancias, muchas de ellas macroeconómicas, que convirtieron a 2009 en el peor de los últimos años. «No fue tanto porque el comprador se echase atrás, sino porque la banca se ha cerrado en banda en la concesión de créditos, hay casi cuatro millones de parados en España, la construcción -salvo en vivienda protegida- está parada y las ayudas para reactivar el empleo en las empresas del sector no está llegando», resumió.

Peritaciones y alquileres

Y la escasez de operaciones de venta en las que intermediar está llevando cada vez más a las inmobiliarias que resisten a centrarse más en el mercado de alquiler, que ha aumentado, y a realizar trabajos de tasación para las administraciones públicas. Por ejemplo, periciales para los juzgados en casos de embargos, separaciones y herencias en que las partes en litigio no se ponen de acuerdo. El único problema es que esas peritaciones judiciales sólo pueden realizarlas empresas con titulación de Api (Agente de la Propiedad Inmobiliaria).

«Con la intermediación pura y dura hoy en día no se pueden soportar los gastos de tener una oficina abierta. O se consiguen ingresos por otros conceptos para mantenerse o no queda más remedio que cerrar», señala José Ángel Iglesias, responsable de la Agencia Api Campos, quien dice «en mis 23 años de profesión vi crisis muy duras, pero ninguna tan severa como ésta».

Además de buscar nuevos nichos de mercado, las empresas que aguantan el tirón intentan recortar gastos como pueden reduciendo plantillas o trasladándose a bajos de dimensiones más reducidas y rentas más asequibles. «Lo ideal es tener tres personas por oficina, pero ahora con dos vas que chutas: uno para atención presencial y otro para moverse por fuera», anota Iglesias.

En cuanto a las rentas de pisos, hasta hace poco una fuente de ingresos importante para estos negocios, los profesionales que siguen funcionando aprecian que «se está poniendo flojo» en los últimos tiempos. ¿Las razones? Que, a su juicio, muchos propietarios «se están subiendo a la parra y no bajan de 500 euros, poniéndose fuera del alcance de los sueldos de ahora a pesar de ofrecer pisos en zonas del extrarradio sin ascensor y plaza de garaje».

El 3% del valor de venta

Lo que tampoco se mueven son los honorarios estándar de intermediación por ventas de pisos nuevos y de segunda mano. Esas comisiones siguen representando el 3% del valor de las transacciones realizadas. Muchos inmobiliarios se quejan de que son bajas en comparación con otras comunidades autónomas.

Alejandro Álvarez Padilla, gerente de la Agencia Álvarez, es la excepción que confirma la regla. Afirma que aunque 2009 «no fue para tirar voladores», acabó para su empresa «ligeramente por encima» en facturación y venta de unidades que el año anterior. Álvarez reivindica la necesidad de su profesión, «porque ahora los productos inmobiliarios no se venden solos como en otras épocas». Y ahí entra el intermediario para negociar entre comprador y vendedor y el banco.

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