Borrar
Niñas chinas adoptadas por varias familias asturianas, en una reunión de Asturadop. :: PURIFICACIÓN CITOULA
Cinco años y medio para adoptar
Asturias

Cinco años y medio para adoptar

Casi 70 parejas esperan un niño procedente de China, uno de los países que endurecen sus condiciones Las familias asturianas denuncian que los trámites se alargan cada vez más

AZAHARA VILLACORTA

Martes, 12 de enero 2010, 04:20

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Cinco años y medio. Ese es el tiempo que lleva inmersa una pareja asturiana en el proceso de adopción de un niño, un peregrinaje de trámites y papeleo que cada vez resulta más largo en Asturias. Su caso, explica Joaquín García, presidente de la Asociación Asturiana de Adoptantes (Asturadop) -que agrupa a más de 120 familias repartidas por toda la región- es la punta de lanza de una situación que viven muchos asturianos que deciden optar por la adopción internacional y que ven cómo el proceso se demora cada vez más sin poder hacer absolutamente nada.

La razón de esta dilación hay que buscarla en los propios países de origen de los menores, que «están endureciendo las condiciones para que las parejas extranjeras puedan adoptar allí», cuenta Joaquín García.

El presidente de Asturadop precisa además que, tras las restricciones impuestas por China y Rusia, dos de los principales países de origen de los niños adoptados en Asturias, han seguido sus pasos el resto. «Incluso los de nueva incorporación, los llamados a sustituirlos», puntualiza el portavoz de la asociación de adoptantes.

Así las cosas, a esa pareja que lleva cinco interminables años y medio esperando se suman muchas otras que llevan inmersas en el proceso más de cuatro años de las que cerca de setenta tienen ya iniciados los trámites de adopción en el gigante asiático, «unas 3.500 en toda España».

El cierre parcial de las fronteras chinas es un factor fundamental en el descenso de las solicitudes de adopción internacional registradas en Asturias durante el último año, al que se suman los efectos de la recesión económica. Más, teniendo en cuenta que una adopción internacional puede suponer un gasto superior a los 18.000 euros, un coste que muchas personas, solas o en pareja, no están en condiciones de asumir y que se eleva a 30.000 si se opta por la vía rusa.

El bajón de las peticiones es evidente y, a falta de que la Consejería de Bienestar Social del Principado cierre el balance correspondiente al último año, Asturadop calcula que «las adopciones internacionales descendieron entre un 25 y un 30% durante 2009 respecto al ejercicio anterior y casi un 50% desde 2004, el año en el que más se contabilizaron en España».

Con los tiempos de espera dilatados en la mayoría de los 23 países en los que actualmente se tramitan adopciones desde Asturias, los procesos en el extranjero están dejando de ser una opción para muchas familias, que están inclinando progresivamente la balanza hacia la adopción nacional.

Así lo constatan las cifras referidas a los primeros nueve meses del año pasado de la Consejería de Bienestar Social, que revelan un sustancial frenazo de las solicitudes internacionales en la región.

En concreto, en el primer semestre del año, el Principado contabilizó un total de 78 solicitudes por parte de otras tantas familias frente a las más de 200 que registró en los dos ejercicios anteriores: 217 en todo 2007 y 204 en 2008.

La tendencia apuntada en 2008, cuando las solicitudes para realizar adopciones nacionales superaron a las internacionales por primera vez, se consolidó en 2009. Y así, del total de solicitudes recibidas entre enero y septiembre del pasado año, 74 optaban a adoptar un menor español, mientras que únicamente 59 se decantaron por la vía internacional.

Los ojos, en Latinoamérica

En total, durante los primeros nueve meses del año pasado llegaron al Principado 25 niños procedentes de Asia, África y Europa del Este, mientras que otros 39 menores acogidos nacidos en España eran acogidos en acogimiento preadoptivo, el periodo previo a que la adopción se formalice.

De ellos, ocho procedían de China, un país del que llegaban el 70% de los niños hace tres años y que, según García, «alega ahora que han aumentado mucho las demandas de adopción dentro de sus propias fronteras» para dificultar las cosas a los adoptantes extranjeros.

Tras él se situó Etiopía, con siete niños, seguido por Rusia, con cinco, Kazajistán, con tres, Filipinas y Nigeria, con uno respectivamente. Y ahora los ojos de los adoptantes están puestos en países latinoamericanos como México o Perú.

En cuanto a las adopciones nacionales, que salen casi gratis, el problema es que muchos de los menores tutelados por el Principado que son susceptibles de ser adoptados no reúnen los requisitos que piden los padres, porque muchos son mayores de tres años, tienen hermanos o alguna discapacidad.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios