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Un ciudadano deposita una bolsa de basura, ayer, en un contenedor habilitado para la recogida selectiva. :: LUIS SEVILLA
Hosteleros y comerciantes cuestionan la autoridad de los vigilantes de la basura
GIJÓN

Hosteleros y comerciantes cuestionan la autoridad de los vigilantes de la basura

Comparan a estos inspectores con el personal de la ORA y advierten de que no pueden «suplantar» a la Policía Local

MARCOS MORO

Martes, 26 de enero 2010, 09:11

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Hosteleros, comerciantes y PP apoyan la idea de que Gijón cuente con un equipo de inspectores que vigile la hora de tirar la basura y ponga freno a los comportamiento íncívicos de algunos ciudadanos. Sin embargo, ambos colectivos profesionales y el grupo de la oposición también cuestionan la autoridad con la que el Ayuntamiento quiere investirles para que puedan iniciar expedientes sancionadores en caso de infracción.

Advierten de que las cuatro plazas que la Concejalía de Medio Ambiente quiere cubrir para este nuevo cometido carecerán de potestad sancionadora. De las atribuciones que en este momento, con la ley en la mano, sólo puede tener la Policía. Además, comparan la situación de estos inspectores con la de los controladores de la ORA, que llevan más de medio año intentando sin éxito utilizar fotografías como prueba de cargo contra quienes usan la zona azul sin pagar.

El presidente de la Asociación de Hostelería, Ricardo Álvarez, aseguró ayer que «me parece correcto que se controle el cumplimiento de los horarios para depositar basura en los contenedores para no saturarlos». Sin embargo, pronosticó que quienes más reparos pondrán a la presencia en las calles de estos nuevos inspectores medioambientales serán los particulares. «El problema lo van a tener ellos, porque en hostelería nunca sacamos la basura antes de las diez de la noche y la mayoría lo hacemos sobre las once», señaló. «Como sector, cumplimos fielmente la ordenanza de limpiezas y, además, estamos muy concienciados en que así sea», añadió, rotundo, Álvarez.

Desde el punto de vista legal, la competencia sancionadora del equipo de Emulsa no la ve nada clara el presidente de los hosteleros gijoneses. «No sé hasta qué punto pueden tener validez estas denuncias si alguien recurre su sanción ante un juez. No creo que alguien de Medio Ambiente pueda tener atribuciones propias de los agentes de la autoridad, opinó. También valoró que es «un caso similar» al fallido intento de dotar de mas competencias al personal de la ORA, aunque con una salvedad. Los controladores de la zona azul -explicó Álvarez- tendrán cobertura legal para documentar las infracciones de la ORA a partir del próximo mes de junio, cuando está previsto que entre en vigor una anunciada modificación de la ley de seguridad vial.

La gerente de la Unión de Comerciantes, Carmen Moreno, también hizo referencia a esta coincidencia entre los dos tipos de controladores. «El Ayuntamiento tendrá que tener cuidado de que esa apertura de expedientes sancionadores esté amparada legalmente, porque ya hemos visto lo que ha ocurrido con las fotografías de los coches mal aparcados en la zona ORA», advirtió. De lo contrario, opinó, esa sanción por incumplir la normativa municipal tendrá el mismo efecto jurídico que la denuncia de cualquier particular a otro por un comportamiento que considere inapropiado. «Estos inspectores tienen que ser una figura que no provoque más conflictos de los que trata de solucionar», apuntó Moreno.

En cuanto a la repercusión que puede traer consigo la nueva ordenanza medioambiental en los minoristas, la gerente de la Unión de Comerciantes valoró que será limitada. «La parte más complicada que era la del cartón comercial la tenemos resuelta hace cuatro o cinco años», afirmó. Moreno se refirió así al acuerdo firmado con Emulsa en virtud del cual la empresa municipal de limpiezas recoge todos los días de la semana, de 14 a 16 horas, el cartón generado por las tiendas, llegando incluso a veces a realizarse una segunda recogida por la noche.

Al margen de eso, aseguró que ve positivo que «se haga todo lo posible para que la gente se conciencie de que la ciudad es de todos».

Por su parte, el concejal del PP y consejero de Emulsa Francisco Cubiella, aseguró que en el consejo de administración de la semana pasada, en el que se aprobó la convocatoria de estas cuatro plazas de inspector cívico, la concejala Dulce Gallego «no habló de ninguna facultad para sancionar e imponer multas». Según el edil, la presidenta de Emulsa sólo se refirió a ellos como «informadores y enlace o puente entre la empresa municipal y los ciudadanos».

Cubiella, que dio su voto positivo a la creación de esta nueva figura medioambiental, manifestó que a los consejeros «no se nos comunicó nada sobre cambios en la ordenanza para que estos inspectores de Emulsa pueden abrir expedientes sancionadores». En opinión del concejal, «lo que está claro es que con la normativa actual nadie puede sancionar en materia de limpieza viaria y de espacios verdes salvo la Policía Local, a la que no se puede suplantar». «Si hay criterios que no se contaron en la reunión del consejo, esperaremos a escucharlos para tomar una posición», concluyó Cubiella.

IU, a través de su consejero Jorge Espina, explicó que tanto para los controladores de la ORA como para estos inspectores cívicos se están buscando soluciones para que las denuncias de infracciones tengan respaldo jurídico. Y la opción que cuenta con más posibilidades es la de publicar un edicto en el BOPA o el BOE «oficializando» esas nuevas atribuciones sancionadoras con el número identificativo de los trabajadores. Las cuatro plazas (dos se cubrirán por promoción interna y otras dos por oposición) deben quedar adjudicadas antes de junio, explicó Espina, y los candidatos deben tener categoría de oficial administrativo de segunda y, como mínimo, el bachillerato.

El director general de Medio Ambiente, Ángel Calvo, también facilitó ayer nuevos datos sobre los cuatro vigilantes que van a empezar a interactuar con los ciudadanos. Aseguró que su perfil será el de «un animador de calle con formación cultural. Tiene que ser alguien sociable capaz de trabajar en la calle de forma positiva, detectando problemas cívicos y buscando soluciones». Calvo confía en que el 80% de los conflictos se resuelvan sobre la marcha como sucede en las denuncias por ruido. «Con estos inspectores, Gijón será una ciudad cívica aún más ejemplar», vaticinó.

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