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EXPERTOS. Los gemelos Teodoro y Gerardo Morís Costales, ayer, en el recinto de la FIDMA. / J. BILBAO
Explosivos controlados a pares
GIJÓN

Explosivos controlados a pares

Los gemelos Gerardo y Teodoro Morís fueron los encargados de manipular y destruir los cohetes sin estallar de la Noche de los Fuegos

O. SUÁREZ

Lunes, 20 de agosto 2007, 03:41

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Las únicas cuatro manos autorizadas para manipular explosivos pirotécnicos e industriales en Asturias son idénticas. Igual que sus dueños. Los gemelos Gerardo y Teodoro Morís Costales apenas se diferencian entre sí, ni en su parecido físico ni en sus trayectorias. Ambos comparten proyectos empresariales y títulos para realizar actividades 'altamente peligrosas', como el manejo y destrucción de explosivos.

Estos vecinos de Quintueles intervienen cuando nadie lo quiere hacer y en el momento en el que quienes los rodean están de fiesta. Una de sus últimas tareas fue velar por la seguridad de gijoneses y visitantes durante la Noche de los Fuegos y el Restallón. Su labor es crucial en caso de percance. Peinan el perímetro de seguridad ubicado alrededor del lugar del lanzamiento en busca de cartuchos que hayan quedado sin estallar y proceden a su retirada. La precaución, en su caso, es su baza fundamental. «Cuando vemos o nos avisan de la existencia de un elemento pirotécnico sin estallar lo recogemos y lo llevamos a un lugar apartado donde no pueda causar peligro», apunta Gerardo. Sólo unos guantes son necesarios para llevar a cabo su trabajo. «Si no manipulas las piezas no explotan, lo peligroso es que la gente que no tiene conocimientos quieran abrir los cartuchos; ahí sí que puede explotar», explica Teodoro Morís.

Amplios conocimientos

La pasada semana, en Gijón, no llegaron a intervenir. El lanzamiento de los cohetes pirotécnicos se realizó dentro de la normalidad y sin sorpresas. «Nosotros actuamos una vez que la traca ha finalizado, revisando las zonas en las que han podido caer artefactos o restos; si hay algo, lo retiramos. Es un trabajo sencillo pero que requiere amplios conocimientos», afirman.

Lo principal para mantener la seguridad de los asistentes a un acto de este tipo es, según los expertos, «alejarse del sitio en el que caiga el objeto y no tocarlo bajo ningún concepto, porque es entonces cuando puede haber problemas».

La inclinación de las baterías de salida de cohetes, que distorsionen la dirección de trayectoria del proyectil, es uno de los factores que puede provocar que un acto lúdico acabe en desgracia. «En Gijón esto, por suerte, no ha pasado nunca», apunta Gerardo.

Los dos hermanos obtuvieron la autorización de la Delegación de Gobierno para el manejo y destrucción de explosivos para poder realizar voladuras en la cantera de arena que tienen en Quintueles. A partir de ahí, han intervenido en numerosas ocasiones en manipulación de artefactos, tanto industriales como pirotécnicos.

Además de la cantera, los gemelos son propietarios de un llagar, además de artificieros y expertos en seguridad explosiva. Exprimen su vida al máximo y aún les queda tiempo para colaborar como voluntarios de Protección Civil en Villaviciosa. A pesar de no residir en Gijón, son unos veteranos en los festejos populares de la ciudad. «Llevamos doce años colaborando en las fiestas de Begoña y podemos decir que Gijón es una de las ciudades más seguras de todas las que tienen espectáculos pirotécnicos», asegura Teodoro Morís.

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