Mayor Zaragoza presenta en Madrid la 'Declaración de Luarca' sobre el derecho a la paz

La Declaración de Luarca «es sobre todo el derecho humano ligado a la paz que es el desarrollo. Es compartir mejor tanto los bienes naturales como los conocimientos». Son palabras de Federico Mayor Zaragoza, presidente de la Fundación Cultura de Paz y ex director de la UNESCO, en la presentación, ayer, en el Círculo de Bellas Artes, de Madrid, de la «excelente obra» 'La Declaración de Luarca sobre el Derecho Humano a la Paz'. El libro recoge el acuerdo final de expertos sobre la dimensión y fundamentos en que debería basarse toda la sociedad, y que se concluyó en la villa asturiana.

Son todos ellos valores imprescindibles para convivir en el mundo, aunque «hay algunos dirigentes», puntualizó Mayor Zaragoza, «que siguen creyendo que les corresponde a ellos determinar lo que son los derechos. Están equivocados, porque los derechos son inherentes a la persona, lo reconozcan o no algunos» países poderosos, como «si les correspondiera pagar por estos derechos, los derechos no se pagan, se tienen», aunque, admitió, que «cada vez hay más conciencia global de que son absolutamente insustituibles».

En el acto, presidente de la Federación Española de Asociaciones para la Promoción y la Defensa de los Derechos Humanos, Carlos Villán, explicó que este libro es el resultado de un amplio trabajo de investigación sobre los trabajos de expertos en paz de distintos sectores profesionales, de prácticamente todas las comunidades autónomas. Una iniciativa que concluyó con la redacción, en Luarca, -de ahí su título- de un proyecto de Declaración Universal sobre el Derecho Humano a la Paz, que se publica en cuatro idiomas, castellano, catalán francés e inglés.

Ponencias de 20 autores

Recopila, así, además de la propia Declaración, ponencias y pensamientos de 20 autores, entre los que destaca el propio Federico Mayor Zaragoza, que lo prologa, Héctor Faúndez, director del Centro de Estudios Humanos de la Universidad de Caracas; Emilio Ginés, miembro del Comité Europeo de Prevención de la Tortura; ambos también presentes en la presentación del libro, el ex consejero de Justicia del Principado, Francisco Javier García Valledor, y la coordinadora de la obra Carmen Rosa Rueda Castañón.

A partir de ahora, sus responsables llevarán a cabo la campaña internacional de difusión de esta Declaración de Luarca. El objetivo es conseguir, aproximadamente dentro de dos años, un texto más definitivo, enriquecido con las aportaciones de todas las regiones del mundo, que complete la Declaración.

El texto se ofrecerá a la ONU para que se inicie la codificación oficial del Derecho Humano a la Paz, y lograr la aprobación por parte de la ONU de una Declaración Universal del Derecho Humano a la Paz.

La Declaración de Luarca, según Carlos Villán, «tiene una perspectiva omnicomprensiva, y partimos de que el derecho humano a la paz es un derecho de solidaridad y que, además, el ejercicio del derecho a la paz presupone y necesita el disfrute y el respeto a todos los derechos humanos», individuales, sociales, políticos, económicos, culturales, y, por supuesto, colectivos, como el derecho al desarrollo, al medio ambiente, a la emigración, en definitiva, a la paz.

«Para nosotros -añadió- la paz no es sólo la ausencia de guerra o de conflicto armado, es la ausencia de todo tipo de violencias. Todo lo que genera violencia produce mecanismos contra la paz».