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El Principado justifica el aumento del coste del HUCA por «cambios en beneficio y mejora del hospital»
Asturias

El Principado justifica el aumento del coste del HUCA por «cambios en beneficio y mejora del hospital»

La portavoz Ana Rosa Migoya dice que las discrepancias con las constructoras, que exigen un aumento del 50%, «son las propias de una obra» y asegura que no habrá retrasos El PP pedirá la comparecencia del Ejecutivo mientras IU teme que se «pervierta» el sistema de contratación de obra pública

L. FONSECA

Lunes, 12 de noviembre 2007, 18:56

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«Cambios en beneficio y mejora del hospital». El Gobierno autonómico justificó ayer, por boca de su portavoz, la consejera de Administraciones Públicas, el aumento del coste del futuro Hospital Central Universitario de Asturias (HUCA) que se construye en La Cadellada, cuya obra fue adjudicada hace dos años y medio en 205,3 millones de euros y para la que las empresas constructoras demandan ahora un incremento presupuestario de hasta el 50%. Ana Rosa Migoya aseguró que el aumento del precio inicial, adelantado ayer por EL COMERCIO, tiene su origen en «cambios aprobados en beneficio y mejora del futuro hospital». La consejera negó, por contra, que haya conflicto alguno con la UTE adjudicataria (la formada por Sacyr, Constructora San José y la asturiana Sánchez y Lago) y aseguró que las discrepancias planteadas en torno al encarecimiento del proyecto «son las propias de una obra de este calibre».

Migoya realizó estas declaraciones en Arriondas, a donde acudió para participar en los actos del Festival de la Castaña. La portavoz del Ejecutivo autonómico explicó que la empresa Gispasa, dependiente del Principado, «está llevando a cabo las negociaciones con las empresas» e insistió en que «no hay grandes problemas» con las mismas para llegar a un acuerdo sobre el sobrecoste de La Cadellada, cuyos trabajos arrancaron el 7 de junio de 2005 y que tienen como plazo de finalización diciembre de 2009.

Sin embargo, EL COMERCIO ha podido constatar que las discrepancias económicas entre las partes son de cierto calado. Y es que las adjudicatarias parten de un encarecimiento de la obra que valoran en 102 millones de euros (un sobrecoste de hasta el 50% sobre el precio de adjudicación), mientras que el Principado calcula que los modificados económicos del proyecto aprobados en estos dos últimos años suman entre 16 y 18 millones de euros. De hecho, fuentes de Gispasa indicaron ayer que «los cambios y mejoras acometidos hasta la fecha o que se acometerán en un futuro en La Cadellada no se acomodan a ese planteamiento del 50%», como demandan, por contra, las constructoras.

Ampliación de metros

En el fondo de la reclamación de la UTE subyace la decisión adoptada hace meses por el Principado que, una vez iniciados los trabajos de construcción, autorizó ampliar la superficie del HUCA en 14.703 metros cuadrados. Gispasa optó el pasado mes de marzo por retocar el proyecto de los arquitectos Juan Navarro Baldeweg y Ángel Fernández Alba y aumentar varias de las zonas del futuro complejo sanitario (urgencias, edificio de consultas externas, docencia e Instituto de Silicosis). El centro sanitario pasó así de una superficie total de 177.666 metros cuadrados a otra de 189.047.

Pero Sacyr, Constructora San José y Sánchez y Lago no sólo reclaman más dinero para costear el crecimiento en superficie del HUCA, sino también para otra serie de modificaciones que han elevado, a su entender, la factura de La Cadellada. Se trata, por ejemplo, del tipo de cristal escogido para la fachada del edificio de hospitalización (el de nueve plantas de altura), que tendrá unas características especiales para no acumular calor en exceso en las habitaciones de los enfermos ingresados. Además, las placas, que sumarán más de 24.000 metros cuadrados (algo así como la superficie de cuatro estadios de fútbol como el Camp Nou) no serán todas idénticas. Habrá unas menos térmicas para la fachada Norte y otras más reparadoras de vientos para la zona Sur.

Otro de los cambios que ha engrosado el precio del HUCA se encuentra en la climatización. Los redactores del proyecto habían optado por un sistema más tradicional, basado en el uso de agua caliente. Sin embargo, y con el objetivo de evitar cualquier tipo de riesgo de legionelosis (algo que padeció el viejo Hospital Central) se cambió a un sistema de refrigeración por aire, que es mucho más caro y consume más energía.

Quirós habla de normalidad

Precisamente, a estas modificaciones se refirió ayer también el consejero de Salud. Al igual que horas antes lo había hecho la portavoz Ana Rosa Migoya, Ramón Quirós explicó que «siempre hay cambios en este tipo de proyectos». El titular de la cartera sanitaria precisó, en cualquier caso, que el tema se encontraba en manos de Gispasa, que «está negociando el modificado con las propias empresas», dijo.

Desde el Gobierno regional se hizo hincapié ayer en que el proyecto de La Cadellada, que acaba de superar su ecuador, se desarrolla a buen ritmo. La consejera de Administraciones Públicas indicó que la obra acabará, tal y como está previsto, en diciembre de 2009. «No habrá retraso en los plazos finales», precisó.

El sobrecoste del HUCA ha provocado ya las primeras reacciones en el ámbito político. Ayer, el Partido Popular, a través de su portavoz en asuntos sanitarios, Carlos Galcerán, anunció que pedirá la comparecencia del Gobierno. «Queremos que expliquen cómo van a hacer para pagar ese incremento, que podría llegar a los cien millones de euros». Galcerán, que aclaró primeramente que «el PP asturiano quiere que haya nuevo hospital y que las obras terminen», calificó de «preocupante» el encarecimiento de la obra. En su opinión, el centro «acabará costando más de 300 millones de euros, tal y como advertimos hace más de dos años».

Por su parte, el portavoz de Izquierda Unida, Jesús Iglesias, confía en que el Ejecutivo comparezca por petición propia en la Junta y mostró sus temores sobre lo ocurrido con el HUCA y también con El Musel, donde ha habido un sobrecoste de 230 millones de euros. «Corremos el riesgo de que se pervierta el sistema de contratación de la obra pública», dijo Iglesias y exigió más control público para Gispasa.

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