El Musel evitará el impacto de la ampliación en la playa con 200.000 metros cúbicos de arena

La Autoridad Portuaria de Gijón tiene previsto realizar un aporte de 200.000 metros cúbicos de arena a la playa de San Lorenzo durante el invierno de 2009. Se trata de una actuación propuesta por la declaración de impacto ambiental de la obra de ampliación de El Musel, que prevé un desplazamiento de arena desde la zona del Piles a la de San Pedro como consecuencia de los nuevos diques. Sin embargo, el director del puerto, José Luis Díaz Rato, asegura que es una medida más preventiva que paliativa, pues considera que la afección del 'superpuerto' en San Lorenzo será prácticamente nula y, por lo tanto, no alterará ninguna de sus características morfológicas.

Cuando fueron construidas las playas de Poniente y El Arbeyal, la draga belga 'James Ensor' depositó en la primera un total de 800.000 toneladas de arena, y aproximadamente la mitad en la segunda. Dicha arena tenía un grano de 0,45 milímetros, aproximadamente, mientras que la ahora prevista es de 0,29 milímetros, tamaño muy similar al que actualmente tiene el principal arenal gijonés.

José Luis Díaz Rato dijo también que el vertido procederá de un fondo próximo a los bajos de Las Amosucas, donde se encuentra un yacimiento de aproximadamente medio millón de metros cúbicos de arena de las mismas características granulométricas que San Lorenzo. Del mismo entorno saldrán también los 20 millones de metros cúbicos de relleno con los que se construirán los nuevos muelles tras el cierre perimetral de los mismos.

Efectos

La Autoridad Portuaria preveía la basculación de arena de San Lorenzo hacia el occidente cuando se estudiaron los efectos de la alternativa 3C, de forma que la franja de arena que habitualmente permanece descubierta en pleamar se estrecharía en El Piles y ensancharía junto a la iglesia parroquial de San Pedro. En aquel momento se habló también de realizar una aportación de arena, con el objetivo de que a todo lo largo de la playa quedase arena seca en pleamar.

Las cosas son distintas con la alternativa de ampliación que se encuentra ahora en ejecución y, según dijo Díaz Rato, no está previsto que la línea de costa cambie.

La declaración de impacto ambiental sobre el proyecto de ampliación de El Musel, que data del año 2004, fue firmada por el entonces secretario general de Medio Ambiente, Juan María del Alamo Jiménez. En la misma figura que «los resultados de los estudios de dinámica litoral predicen, como consecuencia de la ampliación del puerto, un basculamiento de la playa de San Lorenzo, con pérdida de arena en la parte oriental de la misma y aumento de anchura en la zona de Santa Catalina».

Con tal motivo y «con el fin de que las aportaciones de arena propuestas en los estudios de impacto ambiental correspondientes a cada alternativa como medida correctora para recuperar la anchura de playa resulten eficaces», deberá llevarse a cabo, antes del comienzo de las obras de ampliación, un análisis morfológico y batimétrico de la posición de partida.

La propia declaración de impacto ambiental establecía la forma en la que deberían ser realizados los mencionados controles: cada 25 metros en los 300 primeros metros de playa a partir de cada uno de sus dos extremos y cada 50 metros en el resto, todo ello hasta los 15 metros de profundidad.

Regeneración

Asimismo, Medio Ambiente exigió la realización de un proyecto de regeneración de la playa de San Lorenzo en colaboración con la Dirección General de Costas. La citada exigencia se planteaba independientemente de la alternativa de ampliación que se eligiera, de forma que es válida para la obra que está en marcha.

Respecto al impacto que puede ocasionar en San Lorenzo de la opción elegida, la declaración de Medio Ambiente «supondrá un retroceso máximo de 12 a 13 metros en el extremo oriental de la playa, siendo el avance del extremo opuesto de la playa de unos ocho metros».

Díaz Rato comentó que la parte central es la que se encuentra menos provista de arena y que la aportación se hará conforme a las indicaciones de la Dirección General de Costas.