Fallece la concejal del PP y profesora del colegio de Arenas Mari Carmen Prieto

El de ayer fue un día triste en Cabrales. A primeras horas de la mañana fallecía, tras una larga y discreta lucha contra la enfermedad, la concejal del Partido Popular cabraliego Mari Carmen Prieto Díaz. Su trabajo en la anterior legislatura, a lo largo de cuatro años, como edil de Cultura y Bienestar Social, sirvió para confirmar que la suya era una vida que había decidido dedicar a los demás. Muchos fueron los que, a lo largo de la tarde de ayer, quisieron acercarse a apoyar a su familia en tan duros momentos. Atrás se quedan sus dos hijos y otro gran grupo de chavales a los que, en algún modo, también deja tristes con su fallecimiento.

Y es que Mari Carmen Prieto era también la profesora de Frances del colegio público de Arenas de Cabrales, donde desarrolló la mayor parte de su carrera docente. Antes había trabajado en Gijón, Peñamellera, Francia y Bélgica, a donde tuvo que emigrar en su día. Y entre todas sus obras -que fueron muchas en beneficio del pueblo cabraliego- siempre quedarán en el recuerdo los contínuos intercambios y viajes a Francia que ella impulsó, y que acabaron por hermanar a la localidad de Arenas con la francesa de Sadirac, donde ella había trabajado durante un tiempo.

Los comentarios ayer salían con dificultad de las gargantas. Pero aún así, nadie quiso negarle un pequeño homenaje a una mujer «brava entre las bravas», como describió el cabeza de lista de los populares y anterior alcalde de Cabrales, José Antonio Pérez Prieto. «Era muy querida y muy capaz, una trabajadora nata. Luchadora como ninguna», la describió. «Se nos va una persona muy importante, que lo dio todo por Cabrales», añadió apesadumbrado. Similares palabras para ella tuvo el actual alcalde, José Vicente del Carmen Bustillo. «Siento muchísimo su pérdida. Era una persona que podía aportar mucho a este concejo y, además, de un trato agradable y muy humana. Es una pena, era una gran trabajadora por Cabrales», resumió el alcalde. El director del colegio, José Antonio Villanueva, la definió como «una persona muy importante, muy querida y, ahora, lamentablemente, muy llorada».