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GIJÓN

La federación vecinal solicita una reunión sobre el proyecto a Sanjurjo

M. M.

Miércoles, 27 de febrero 2008, 04:44

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La comisión de Urbanismo de la Federación de Asociaciones de Vecinos (FAV) de la zona urbana, reunida anoche en su sede del Polígono de Pumarín, fue incapaz de alcanzar una toma de postura conjunta sobre el plan especial de integración del ferrocarril en la ciudad de Gijón. Ni siquiera pudo fijarse un criterio unitario sobre la altura final de las torres de Juan Carlos I, a pesar de que en esa comisión de trabajo la asociación Pando de Poniente cuenta con representantes.

Según explicó a EL COMERCIO el presidente del movimiento vecinal gijonés, Amador García, en la reunión se expusieron«muchos puntos de vista diferentes» y por ese motivo los miembros de la comisión de Urbanismo de la FAV acordaron solicitar una reunión monográfica de carácter informativo sobre el tema al concejal de Urbanismo, Pedro Sanjurjo.

A partir de que se recabe toda la información sobre el proyecto, García aseguró que se profundizará en el debate sobre el plan de vías y se estudiarán posibles propuestas de alegaciones.

En la que hasta el momento es la última resolución de la federación vecinal sobre el plan ferroviario gijonés, los diferentes colectivos representados en su comisión de Urbanismo señalaron que «la participación ciudadana es el gran déficit del desarrollo urbanístico de Gijón en los últimos años». También hicieron autocrítica y reconocieron su parte de responsabilidad en el afianzamiento del despotismo ilustrado en materia urbanística. «Ha habido falta de reacción ante políticas de hechos consumados», indicaron en un escrito.

Desde que se hizo pública la propuesta de Jerónimo Junquera para el espacio liberado por la playa de vías entre Moreda y el Humedal, la asociación vecinal más combativa con el diseño residencial del plan de vías ha sido la de Poniente. El colectivo presidido por Manuel Ángel García tuvo incluso enfrentamientos directos con la asociación de El Natahoyo por este motivo.

La asociación Pando llegó a hacer su propia propuesta alternativa a las torres proyectadas en Juan Carlos I para aminorar su impacto visual en la bahía de Poniente. En concreto defendió como directriz principal la construcción en dos líneas de edificación, una en Juan Carlos I y otra en Sanz Crespo, que según sus cálculos permitiría ganar 2.350 metros cuadrados más para zonas verdes y espacios dotacionales.

Además de esta redistribución del aprovechamiento residencial, los vecinos de Poniente plantearon una media de altura de 15 plantas para todos los bloques con un tamaño máximo de 21 pisos. Explicaron en su momento que ese modelo de edificación más repartido estaba contenido en los proyectos finalistas del concurso de Zaera y Martínez Lapeña-Torres y evitaría la masificación y excesiva densificación de la zona de Juan Carlos I.

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