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Oviedo

Educación suprime los bibliotecarios porque «están descargados de funciones»

G. D. -R.

Miércoles, 12 de marzo 2008, 04:06

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El 30 de abril será el último día de trabajo de los bibliotecarios de la red municipal. La Concejalía de Educación ha decidido no prorrogar el contrato por el que Algama se ocupaba de proporcionar el personal especializado para gestionar estos centros municipales de lectura y préstamo.

Según un informe del área que dirige Concepción García, los bibliotecarios «se encuentran bastante descargados de las funciones propias e inherentes a un bibliotecario». Afirma que «tienen asignadas solamente las atribuciones de procesos técnicos, información a los usuarios y propuestas de diversa índole», como la adquisición de nuevos fondos o la organización de actividades culturales y de fomento de la lectura.

Con este argumento, la Junta de Gobierno acordó ayer no prorrogar el contrato con Algama, vigente desde 2005. Lo hace por «la necesidad» de «optimizar los recursos humanos, garantizando la calidad del servicio y el número de prestaciones».

Dicho con otras palabras, la concejalía prepara un nuevo contrato con un recorte del número de bibliotecarios -la oposición denuncia que a la mitad- y la incorporación de auxiliares del ramo como remplazo más económico del personal perdido en la reorganización de la red.

La Asamblea de Ciudadanos por la Izquierda fue la primera en alertar de los planes de Educación, tras conocer el cierre de la biblioteca de Trubia y el despido de su responsable, al sustituirse el servicio por un punto de lectura en La Riera. También adelantó un informe de la propia concejalía en el que indicaba que la red municipal podría ser atendida por la mitad de bibliotecarios.

La oposición afirma que la remodelación está relacionada con la actuación de varios bibliotecarios, que han demandado al Ayuntamiento por prestamismo laboral, con la intención de convertirse en personal indefinido.

En su opinión, el Ayuntamiento evita la prórroga para bajar de doce a seis los empleados de la red municipal y reducir así el gasto del servicio. En lugar de tener un bibliotecario por cada centro quieren tener uno por cada dos, aseguran.

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