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GIJÓN

El Ayuntamiento tendrá a final de año el estudio sobre la recuperación del tranvía en Gijón

La junta de gobierno, con ayuda de técnicos externos, ultima el pliego de condiciones para licitar la redacción del plan de viabilidad, con un presupuesto de 120.000 euros IU mantiene su petición de que este medio de transporte una la futura estación intermodal con Roces

O. ESTEBAN

Miércoles, 2 de abril 2008, 10:10

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Desde que se firmara el pacto de gobierno entre PSOE e IU, en julio del pasado año, ninguna de las dos formaciones había hablado sobre una de las cuestiones que recogía dicho pacto: el estudio para la recuperación del tranvía en Gijón. Pero lo cierto es que el tema sigue sobre la mesa. De hecho, el equipo de gobierno está ultimando el pliego de condiciones para poder poner en marcha la licitación lo antes posible. El pliego podría estar listo este mismo mes. La cuestión es que en la redacción del mismo el equipo de gobierno ha tenido que contar con la colaboración de técnicos externos al Ayuntamiento, expertos en esta cuestión, ya que, en el Consistorio, se parte de cero en la implantación del tranvía.

Así las cosas, y aún teniendo en cuenta que la empresa adjudicataria deberá contar con tiempo suficiente para elaborar el plan de viabilidad, la intención de la junta de gobierno es tener el estudio antes de que finalice este mismo año. Así lo confirma el tercer teniente de alcalde, el portavoz de IU, Jesús Montes Estrada, principal defensor de este medio de transporte. La elaboración del plan de viabilidad contará con un presupuesto de 120.000 euros, partida que depende de la Empresa Municipal de Transportes Urbanos (EMTUSA), presidida por el concejal Santiago Martínez Argüelles. Así se determinó a la hora de elaborar el presupuesto municipal: que este plan de viabilidad dependiera, al menos formalmente, de EMTUSA.

Sea como fuere, lo cierto es que el estudio, al menos sus trámites previos administrativos, están en marcha. De dicho estudio dependerá, en principio, la implantación o no del tranvía. Porque la empresa que se haga cargo del proyecto deberá, para empezar, hacer estudios de población, con cifras actuales y con previsiones del futuro, teniendo en cuenta las áreas urbanas donde más crecerá la ciudad. «Hay que estudiar las nuevas realidades de la ciudad y saber hacia donde crece», explica Montes Estrada. Deberá también estudiar los niveles de aceptación y los potenciales usuarios que tendría, no sólo entre los gijoneses, sino también entre los turistas, si es que el tranvía pudiera ofrecerles un servicio interesante para ellos.

De Moreda a Roces

Habrá que estudiar también los posibles itinerarios. En este punto, el equipo de gobierno parte de una base, que es la petición de IU: que el tranvía una la estación intermodal de Moreda con el área donde se desarrolla el plan de Roces. La propuesta lanzada en su día por la coalición es un itinerario que, desde Moreda, pasa por la plaza del Humedal y la plaza de Europa y, a través de la avenida de Schulz, conectaría con los barrios de El Llano y Contrueces, dejando muy cerca Pumarín. Pasaría después el transporte por la carretera Carbonera, hasta llegar a las puertas de la futura zona residencial de Roces, tras pasar por el polígono industrial del barrio. Esa es una propuesta, pero el estudio tendrá que contemplar otras. Porque, además, una supuesta puesta en marcha del tranvía debería estar coordinada con los nuevos flujos que creará el metrotrén, que también provocarán, además, cambios en las líneas de EMTUSA.

La empresa adjudicataria deberá analizar asimismo los costes del tranvía, tanto de su instalación como de su mantenimiento, y las posibilidades de financiación. En este punto, el Ayuntamiento confía en que pudiera haber colaboración de otra Administración. Aunque hasta ahora no existe ninguna aproximación presupuestaria de lo que costaría recuperar este medio de transporte en el municipio, según lo que invirtieron otras ciudades el tranvía de Gijón podría costar unos 50 millones de euros, a razón de 10 millones por kilómetro. Esos son los números que resultaron en operaciones como las de Murcia, Santa Cruz de Tenerife, Parla, Madrid y Vitoria. En el caso de Gijón, la empresa que realice el estudio tendrá que analizar también los distintos modelos de tranvía que hay en el mercado, y cuál se ajusta más a las necesidades de la ciudad.

Todo ello, para recuperar en la ciudad «un medio de transporte colectivo, limpio y europeo», explica Jesús Montes Estrada. Ya en la pasada campaña electoral, IU dejó clara cuál era su postura ante el proyecto. La coalición defiende que se trata de un medio de transporte de calidad, que se adecua a las necesidades de la población. Es más, dicen que es una «solución útil, económica y ecológica». Porque es silencioso, no emite gases ni otras sustancias contaminantes. Además, dicen, hoy en día su implantación no requiere de obras faraónicas, ni «depende obligatoriamente de las catenarias». Son, por lo tanto, «grandes ventajas» frente a una posible visión de un medio de transporte desfasado.

Gijón ya tiene experiencia con el tranvía. El antiguo unía la plaza de Europa con la antigua casa sindical, en la carretera Carbonera, ahora convertida en viviendas de protección. IU defiende que el nuevo debería ir más allá, como parte de una serie de servicios nuevos que habrá que implantar para cubrir las necesidades de las 3.700 nuevas viviendas que habrá en Roces, la gran mayoría de protección. La futura urbanización (junto a otras actuaciones urbanísticas del sector privado que se desarrollan en ese barrio), necesitará no sólo unas comunicaciones adecuadas, sino también servicios médicos, educativos, culturales...

Otros cambios

El tranvía es una de las cuestiones relacionadas con las infraestructuras que Gijón deberá estudiar o poner en marcha en los próximos años. En relación con la movilidad, también está previsto un «rediseño de algunas líneas para prestar un mejor servicio a los usuarios y potenciar la comunicación con los polígonos industriales». En este punto, el equipo de gobierno estudia también cambios en el servicio que se ofrece a la zona rural.

Y a todo ello se sumarán nuevos carriles bici, nuevas zonas de tráfico pacificado y nuevos aparcamientos públicos.

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