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RECORDATORIO. Daniel Gutiérrez Granda, Roberto Martínez Berciano y Eduardo García Salueña, ayer, en el Ateneo. / . BILBAO
Un disco-libro con la obra de Berto Turulla recordará al músico a los 25 años de su muerte
GIJÓN

Un disco-libro con la obra de Berto Turulla recordará al músico a los 25 años de su muerte

Amigos del artista asistieron en La Calzada a la proyección de un video retrospectivo

C. F.-ESCANDÓN

Sábado, 31 de mayo 2008, 04:22

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Enérgico, agudo, creativo, autodidacta, un artista de la música y la palabra, un manitas, un pionero, un adelantado a su época y, además, solidario. Así describieron ayer amigos y compañeros al popular músico gijonés Alberto Martínez Berciano, conocido por todos como Berto Turulla, en el documental proyectado en el Ateneo de La Calzada. Este año se celebra el 25 aniversario de su fallecimiento y por ello los que todavía le recuerdan organizan actividades para mantener viva su memoria: primero fue una pequeña exposición de fotografías y recortes de prensa. Ayer un video retrospectivo. Y, en el futuro -se prevé que para finales de año- un disco-libro donde además del documental que se pudo ver ayer se incluirán temas del músico y un libro con material gráfico y textos interesantes. «El objetivo no es sólo recordar a Berto sino también reivindicar la forma de trabajar de aquella época, donde primaba la solidaridad y el esfuerzo común, valores que hoy en día están decayendo», explicó Roberto Berciano, hermano de Turulla y director del video.

A la proyección también acudieron Julio Ramos, cantautor con el que colaboró el músico gijonés; Daniel Gutiérrez Granda, concejal de cultura por aquel entonces, y Eduardo García Salueña, un joven músico y musicólogo que se ha interesado por la figura de Berto Turulla. «Él estaba muy pendiente de todo lo que había en el ámbito internacional en cuanto a innovaciones tecnológicas, era de los pocos que utilizaba sintetizadores en Asturias en aquella época. Además, arreglaba piezas de cantautores como Julio Ramos dándoles un aire diferente. Su trayectoria, para los pocos años que estuvo en activo, aglutinó muchísimas influencias», indicó Salueña.

Tras su trágica muerte, en abril de 1983, tuvo lugar un homenaje póstumo en El Molinón. «Construimos el escenario sobre las gradas y en apenas 24 horas. Fue un acontecimiento muy importante, acudió muchísima gente. Además, era la primera vez que se abrían las puertas del estadio para un concierto», señaló Berciano.

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