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ATREVIDA. Olvido Gara, Alaska, no ha tenido ningún reparo en posar de esta guisa contra las corridas de toros. / EFE
Desnuda por la causa
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Desnuda por la causa

Alaska posa sin ropa y con banderillas sobre su espalda para una campaña que pretende denunciar el sufrimiento de los toros en las corridas

ÁLVARO MENÉNDEZ

Jueves, 5 de junio 2008, 18:54

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Con todo su volumen, nada de ropa y tres banderillas clavadas en su propia espalda. Así posó Alaska para lanzar al aire un mensaje: «La tauromaquia es cruel». Está la cantante contra las corridas de toros y para dejarlo bien claro se ha dejado fotografiar por Juan Gatti, desnuda y ensangrentada, como acaba el toro al terminar la faena. Pero por si la imagen no valiera las mil palabras que le adjudica el refranero la voz de Fangoria dejó caer unas cuantas propias ante los micrófonos. «Habría que poner unas pequeñas banderillas a escala a los que dicen que el toro no sufre en la arena», dijo.

'La verdad al desnudo: la tauromaquia es cruel' se titula la campaña que es, según la propia Alaska, «una forma de hacer ruido mucho más impactante y llamativa que cualquier otra» que, según cree, en el fondo, no va a «convencer al inconvencible».

El presidente de AnimaNaturalis, Francisco Vásquez, que es el responsable de la campaña junto a la asociación británica Peta, afirmó que Alaska es la primera celebridad que se atreve a hacer una cosa de este tipo «de viva voz y con su cuerpo». Alaska destacó que la idea de protagonizar la campaña surgió cuando una voluntaria de Peta se lo comentó en el último Festival Internacional de Benicásim, y añadió que es la primera vez que esta asociación hace algo fuera del mundo anglosajón.

Vestida de negro y con su larga melena naranja, reconoció no ser amiga de ningún torero, pero sí «casi hija de uno», pues su madre estuvo casada con un matador antes de con su padre. «Crecí en México yendo a corridas de toros, a los chiqueros, viendo a los toros antes de salir y después. Aún así, me resulta inaceptable», insistió.

«Mi mensaje es para aquellas personas que quizá nunca se han parado a pensar en este tema, o que pueden enfocar su opinión hacia una postura menos radical», reflexionó la cantante, que quiso dejar claro un segundo mensaje: «En las corridas, el torero corre un riesgo asumido y consentido, pero frente a él está un animal que no ha pedido estar ahí».

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