Los empresarios rurales insisten en rechazar «la prostitución» de los precios

La mejora de los resultados en agosto que está registrando el turismo rural no ha servido para cerrar la polémica abierta este verano y que tiene como telón de fondos el precio de la estancia en Asturias. Si bien todos los sectores han reconocido que han bajado sus precios, o 'aportado valor añadido a las tarifas' como eufemísticamente calificó sus rebajas la Unión Hotelera, lo cierto es que ha sido en el rural en el único sector donde se han encendido todas las alarmas. Y es que, tal y como adelantó EL COMERCIO, la Federación Asturiana de Turismo Rural (Fastur) calificó de «prostitución» la rebaja de algunas tarifas, que llegaban a los extremos de que, por una casa de seis plazas en pleno agosto, se pagaban 14 euros por persona y día.

Tanto es así, que el presidente de Fastur, Adriano Berdasco, llegó a pedir la intervención del Principado, propuesta que «mantengo, porque no es rentable cobrar 60 euros por una casa entera. Ya sé que hay libertad de precios y de empresas, pero el Gobierno regional no debería consentir que se degrade de esa forma la imagen que da el sector. Con 14 euros por persona no se puede mantener la calidad», insistió.

Berdasco asegura que en la federación «lo que hemos hecho es no subir, que ya es mucho, y ofrecer a los clientes alguna oferta, pero no bajar los precios».