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Viernes, 29 de agosto 2008, 05:38
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Los mayoristas de pescado asturianos, en sintonía en este caso con las cofradías, han optado por emitir un aviso diáfano a mareantes con publicidad, cosa que salva la incomunicación que critican haber encontrado en la Autoridad Portuaria, pero que supone un compromiso de actuación si el llamamiento no fuera atendido.
No está claro, por otra parte, si Manuel Docampo opta definitivamente por no dar entrada en la gestora de la nueva rula de Avilés a los colectivos del sector que se lo han demandado, a riesgo de perder ventas, o si simplemente apura los plazos para socavar sus iniciales aspiraciones accionariales.
Lo que sí parece claro es que el próximo mes tendrá que quedar todo decidido, y no sólo por el ultimatum lanzado por los comercializadores por boca de Campillo, sino también porque el Principado no puede demorar indefinidamente la entrada en servicio de una instalación que se deteriora sin estrenar.
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