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La imagen actual de la iglesia de Santa Eulalia de Abamia ha despertado las críticas de varios sectores. / SUSANA SAN MARTÍN
El nuevo proyecto para la iglesia de Abamia prevé quitar el estuco de los contrafuertes y el mobiliario exterior
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El nuevo proyecto para la iglesia de Abamia prevé quitar el estuco de los contrafuertes y el mobiliario exterior

La obra supondrá una inversión de 58.000 euros y comenzará antes de que acabe el año La reposición del revoque en el resto de la fachada será objeto de una actuación posterior

ANA MORIYÓN

Martes, 11 de noviembre 2008, 03:58

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El Gobierno del Principado y el Ayuntamiento de Cangas de Onís tienen ya sobre la mesa el nuevo proyecto para el acondicionamiento exterior de la iglesia de Santa Eulalia de Abamia, en Corao (Cangas de Onís). Se trata de un proyecto ideado por Javier Arbesú -el mismo arquitecto encargado de redactar el diseño inicial- en el que se «recogen las peticiones» realizadas tanto por el comité científico reunido el pasado mes de febrero en el municipio para abordar la polémica actuación llevada a cabo sobre este templo, como las reivindicaciones de los vecinos del concejo.

El documento apenas presenta sorpresas frente a lo anunciado después de aquella comisión de expertos, aunque sí deja para futuras intervenciones algunas de las actuaciones comprometidas por la Consejería de Cultura, como es la reposición del estuco mal aplicado sobre la fachada del templo románico, que data del siglo XIII, y en el que, se dice, fuera enterrado el Rey Pelayo.

El nuevo proyecto de Javier Arbesú prevé, principalmente, actuaciones sobre la cubierta y el exterior del edificio eclesiástico. Concretamente, el documento dispone la retirada de los canalones de cobre instalados durante las obras de restauración que comenzaron a finales de 2006 y que han generado numerosas críticas. Recoge la reivindicación vecinal de retirar el estuco en los contrafuentes «dejando vista la piedra labrada, sillerías y mampostería sin labrar», así como «el rejunteo y la reintegración de toda las juntas de la piedra».

Filtraciones de agua

Este cambio en el criterio inicial para mantener la piedra de los contrafuentes al descubierto hace también que el arquitecto incida especialmente en su nuevo informe sobre la necesidad de tomar medidas adecuadas para evitar las filtraciones de agua que pudieran generarse y, concretamente, aconseja «tratar especialmente» los contrafuentes para «proteger las pinturas y los murales del interior, y en general de todo el templo».

El alcalde de Cangas de Onís, el socialista Alfredo García, confía en que la ejecución de este nuevo proyecto permita situar al templo en el lugar que le corresponde y poner fin al debate abierto desde que comenzaron las obras de restauración. Una polémica que no sólo salpicó a los criterios del arquitecto Javier Arbesú a la hora de redactar el proyecto, sino también a la empresa adjudicataria por la forma de desarrollar los trabajos y a los tres tejos centenarios que existen en el entorno de la iglesia, de los que se dijo que podrían haberse visto afectados por las tareas de restauración del templo.

El encargo del nuevo proyecto por parte del Gobierno del Principado busca poner fin al debate generado por estas obras. Pero, pese a la importancia del nuevo documento, lo cierto es que los trabajos recogidos en el mismo son bastante sencillos en cuanto a presupuesto y plazo de ejecución. Así, se calcula una inversión de unos 58.000 euros, a cargo de la Consejería de Cultura, y un plazo de ejecución para su desarrollo de veinte días. Las obras podrían adjudicarse en próximas fechas y el Ayuntamiento de Cangas de Onís se ha comprometido a aprobar la licencia de obras «este mismo mes» para cumplir las previsiones iniciales, que pasan por comenzar estos trabajos antes de que concluya el año.

Imagen actual

El nuevo proyecto incluye también la retirada del mobiliario exterior para su depósito en los almacenes municipales de Cangas de Onís. Una orden que responde al compromiso de no intervenir en el entorno con nuevos elementos ante un sector crítico de la opinión pública que apuesta por preservar la imagen actual de la iglesia como una ruina.

Igualmente, por la proximidad de arbolado antiguo que existe en el entorno del templo y la presencia de varios tejos centenarios, cuyo nivel de conservación también fue objeto de críticas durante las primeras obras, el proyecto aconseja que los nuevos trabajos se realicen bajo el control de un experto biólogo contratado directamente por el Gobierno regional que garantice que se realicen los tratamientos necesarios y se evite cualquier tipo de alteración

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