Fallece Ramón Barce, uno de los compositores de vanguardia más importantes del siglo XX

Ramón Barce, considerado uno de los compositores más importantes del siglo XX y una de las figuras más destacadas de la llamada 'generación de 1951', falleció ayer en Madrid a los 80 años, según fuentes de la Academia de Bellas Artes.

El madrileño Barce, uno de los iniciadores de la vanguardia musical europea y presidente de la Asociación de Compositores Sinfónicos Españoles (ACSE) desde su fundación en 1977, recibió el Premio Nacional de la Música de 1973, el Premio a la Creación Musical de la Comunidad de Madrid (1991), la Medalla de Oro al Mérito en Bellas Artes (1996) y la Medalla de Oro del Círculo de Bellas Artes por su labor como impulsor de la cultura musical en España.

Autor de más de un centenar de composiciones, ha sido uno de los pioneros de la música experimental de acción, y su principal aportación es un nuevo tipo de escala que utilizaba desde 1965, conocida por "sistema de niveles", además de actuar como crítico, traductor...

El 7 de febrero de 2000 fue elegido miembro de la Academia de Bellas Artes de San Fernando para cubrir la vacante dejada en 1999 por el maestro Joaquín Rodrigo, e ingresó en ella el 21 de enero de 2001 con el discurso .

Inicios y consolidación

Barce estudió en la Universidad Central de Madrid, donde en 1956 se doctoró en Filosofía y Letras. Dedicado a la docencia, desde 1959 fue catedrático de Literatura Española en un instituto de enseñanzas medias, estudió en el Conservatorio de Madrid y asistió en Darmstad (Alemania) a los cursos de O. Messiaen y G. Ligeti.

En 1958, con motivo de un homenaje al crítico Enrique Franco, fundó el grupo 'Nueva Música', que contribuiría decisivamente en la estética de los músicos-compositores españoles y del cual también formaron parte Alberto Blancafort, Manuel Carra, Fernando Ember, Cristóbal Halffter, Manuel Moreno-Buendía y Antón García Abril.

En 1964 cofundó el llamado grupo 'Zaj' con Juan Hidalgo y Walter Marchetti, entre otros. A partir de 1967 dirigió la revista de música contemporánea y los conciertos organizados por esta publicación.

Con posterioridad, Barce fue crítico musical del diario (1971) y subdirector de la revista (1982). Además, fue redactor musical de , jefe del Departamento de Promoción de la Música Contemporánea en la Comisaría General de la Música y vicepresidente de las Juventudes Musicales de Madrid.

Música y mucho más

Ha traducido tratados de Schoenberg, Stepun, Reger y Strobel, así como de los filósofos Heidegger, Lucaks o Waldo Frank. Ha publicado en revistas españolas y extranjeras gran número de ensayos sobre técnica, estética y sociología de la música.

Autor de los libros (1985) y (1986), ha escrito más de un centenar de obras musicales, entre composiciones para orquesta, música vocal, música de cámara, música de acción, para piano y para órgano. Algunos de sus títulos son: , , seis, siete cuartetos de cuerda, 48 preludios para piano, , , , , y .

El pasado 16 de marzo Ramón Barce cumplió 80 años. Para celebrarlo, la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) presentó una biografía del compositor además del estreno absoluto de su obra 'Vaso romano'.

Escapar del folclore

El 16 de marzo cumplió 80 años y dio numerosas entrevistas. En una de ellas aseguraba que si volviera a ser joven, no sabía si sería capaz "de repetir todo" lo que había hecho. El país sufrió "el aislamiento y un retraso enorme. Queríamos salvar ese bache, además de rechazar la influencia francesa. Éramos seguidores de la Escuela de Viena", recuerda.

Él y su generación de artistas rechazaba además el empleo del folclore, que sustituyó por "música seria. Salir de la influencia del folclore fue difícil. El público era duro de pelar y hasta llegaron a decir que no éramos españoles. Hoy el público ya se ha acostumbrado a que el folclore no hay que maltratarlo, está mejor al natural", precisaba entonces.

Barce se decantó por la música al considerar que era "el arte que más expresa abstractamente". Tras escribir sus composiciones le gustaba oírlas aunque siguiesen dependiendo de quién las interpretase: "Donde se aprende es escuchándolas", detalló un compositor, que consideraba "muy peligroso" rehacer lo hecho. "Si no, estaríamos siempre rectificando".

"Componer es una fuente inagotable", confesaba. "No sé por qué compongo, pero sé que tengo que hacerlo. Me entra la furia y luego la calma".