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J. ESCUDERO
Lunes, 22 de diciembre 2008, 08:17
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Aunque la opinión pública mantiene el estereotipo de que los trastornos de la alimentación sólo afectan a las chicas jóvenes y adolescentes, la estadística muestra que esta idea no es del todo cierta. Así, casi la mitad de las mujeres atendidas en 2007 en el Principado por trastornos de la alimentación -entre los que se encuentran la bulimia y la anorexia- superaban los 30 años. En total, los servicios de Salud Mental del Servicio de Salud del Principado de Asturias (Sespa) trataron a 221 mujeres de esta franja edad, lo que representa el 45% del total de mujeres atendidas.
En todo el pasado año, la Consejería de Salud tuvo constancia de 536 casos de pacientes con trastornos de la alimentación, de los que 491 fueron mujeres (91,6%) y 45 hombres (8,4%). Esta cifra se mantiene constante en el tiempo, ya que en 2004 fueron atendidas 536 personas y en 2006, 544. «Se ha consolidado una actividad asistencial, cuyos resultados ponen de manifiesto una estabilización tanto de la incidencia como de la prevalencia desde 2004», señalaron fuentes de la Consejería de Salud a Europa Press.
En el caso de las mujeres, el mayor número de pacientes atendidas tiene entre 30 y 34 años (88 casos). A continuación, se sitúan las 81 con edades entre 25 y 29 años.
Incidencia en los jóvenes
En cuanto a los 45 hombres atendidos el año pasado, los servicios de Salud Mental trataron a 16 pacientes con edades comprendidas entre los 15 y los 24 años, lo que representa el 35,5%, de los que diez tenían entre 15 y 19 años y los seis usuarios restantes se situaban entre los 20 y los 24 años.
También se produjo una gran incidencia en la franja de los 50 a 54 años, en los que hubo siete usuarios en 2007, mientras que entre los 30 y 34 años se produjeron cinco casos. Por último, los Servicios de Salud Mental tuvieron que atender a un hombre de más de 65 años el año pasado a causa de trastornos de la alimentación.
La Atención Primaria «es el lugar idóneo para la detección temprana de estos procesos», apunta la Consejería.
Desde los centros de Salud Mental, con el apoyo de medicina interna o endocrinología, se abordan los casos y se plantean los tratamiento de forma individualizada, así como el seguimiento del paciente de forma coordinada.
También dentro de la Atención Especializada, «cuando las necesidades del caso así lo requieren y cuando es solicitado por los centros de salud mental», se puede recurrir a dispositivos específicos existente en las áreas sanitarias de Oviedo y Gijón. En concreto, en la Unidad de Trastornos de la conducta Alimentaria del HUCA -para situaciones en las que es preciso el ingreso de 24 horas- y el Hospital de Día, donde la atención se presta en régimen parcial. En Gijón, estos recursos están disponibles en el Centro de Tratamiento Integral de Montevil.
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