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ECONOMÍA

Fade defiende que el incremento salarial de este año sea, como máximo, del 1,5%

La patronal asturiana avisa del riesgo de deflación y dice que «si el IPC decrece, habrá que bajar los sueldos» «Ante las dificultades de las empresas, los trabajadores tendrán que decidir si cobrar menos o afrontar el cierre»

ELENA RODRÍGUEZ

Lunes, 12 de enero 2009, 08:44

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La Federación Asturiana de Empresarios (Fade) defiende que el incremento salarial de este año sea, como máximo, equivalente a la subida de precios real de 2008, fijada provisionalmente en un 1,5%, a expensas de que el Instituto Nacional de Estadística (INE) confirme oficialmente esta tasa el próximo jueves. El argumento que esgrime la patronal para proponer este aumento es que «las condiciones de negociación colectiva de este año son radicalmente diferentes a las de los últimos quince años en España y Asturias».

Según explica el secretario general de Fade, Alberto González, «estamos en un proceso de crisis económica importante y profundo, con la novedad añadida de que la inflación ha cerrado el año al 1,5%, por debajo de la previsión del Gobierno, del 2%. Se trata -añade González- de una cifra inédita en nuestra comunidad en muchos años, puesto que la subida salarial siempre ha ido ligada al crecimiento de los precios y nos hemos colocado en dígitos del 2%, 3%... Este año va a ser absolutamente diferente y, por eso, estamos advirtiendo a las empresas de que tengan mucho cuidado con las subidas».

El secretario general de Fade subraya que «lo más lógico sería que nadie ofreciera más del 1,5%. Además, ese 1,5% puede verse reducido e, incluso, ser negativo, ya que tal vez se produzca deflación».

Llegados a este punto, si finalmente el IPC decrece, Fade sostiene que «habrá que bajar los salarios. Si hasta ahora se dio por bueno el crecimiento medido a través del IPC -agrega-, ahora tendría que seguir siendo igual, con la diferencia de que, en vez de aumentar, el IPC, decrece».

Complementos

La patronal asturiana considera que, «en la situación actual y, salvo casos muy puntuales, añadir complementos, por ejemplo, de 1 punto o 2 por encima del IPC, no debería hacerse». Ahora bien, Alberto González sostiene que, «no se puede generalizar» y añade que «en Fade respetamos la libertad de cada empresa y sector, que harán lo que estimen oportuno».

En este sentido, el secretario general de la patronal matiza que «no todos los sectores se están viendo tan afectados como otros» por la crisis. «Si la tasa de crecimiento de productividad de un sector es superior a la de tasa de crecimiento económico y puede pagar incrementos salariales, perfecto. Pero si no es así, sería un suicidio», advierte.

González incide en que si las compañías negocian incrementos por encima del IPC y resulta que, después, la inflación es negativa, «estarán perdiendo competitividad a pasos agigantados. El trabajador seguiría cobrando, pero perdería el empresario y creo que, en este escenario, hay que estar a las maduras, pero también a las duras».

Alberto González afirma que «no hay ninguna ley orgánica que obligue a que los salarios crezcan todos los años. Al final, los sueldos son un coste de producción más, pero muy importante, dentro de la empresa, y si las condiciones de demanda y la situación general no permiten incrementarlos, no crecerán. No deberíamos asustarnos si algún sector se plantea la posibilidad de reducir salarios».

En un ejercicio que entra al borde de la recesión, Alberto González cree que muchas empresas se van a encontrar con la dicotomía de cerrar o ajustar costes para seguir sobreviviendo. Ante la disyuntiva que se puede plantear, los trabajadores tendrán que decidir si prefieren cobrar menos o afrontar un cierre», indica González.

Con respecto al marco de la negociación colectiva, el secretario general de Fade recuerda que el referente son los Acuerdos Nacionales de Concertación (ANC), que llevan firmándose ocho años y que, en lo que respecta a este ejercicio, sigue sin hacerse. El paso siguiente es la negociación de convenios de muchos tipos (nacional, territorial, sectorial y de empresa).

Fade defiende que las condiciones que se negocian en el ámbito de la empresa se ajusten a las necesidades reales de la compañía. Para ello, recuerda, hay dos fórmulas: «firmar convenios de empresa particulares o convenios del sector, con lo que que se llaman 'cláusulas de descuelgue'.

El objetivo de éstas es que, dentro del convenio del sector, cada empresa pueda negociar, de acuerdo con los representantes de los trabajadores, condiciones particulares porque vive una situación distinta a la del sector.

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