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Rotundidad alemana
CRÍTICA MUSICAL

Rotundidad alemana

RAMÓN AVELLO

Sábado, 7 de febrero 2009, 04:10

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El 'Diccionario de intérpretes en el siglo XX', de Alain Pâris publicado ya hace algún tiempo por Turner (sin duda necesita una actualización), califica a la Orquesta Sinfónica SWR de Baden Baden y Friburgo (Südwestfunk) como «defensora ardiente de la música contemporánea». En sus sesenta y cuatro años de vida, la orquesta estrenó obras de Hindemith, Messiaen, Penderecky y el español Cristobal Hallffter, entre otros. Tal vez esa dedicación a la música reciente impregna al director Gielen y a la Baden-Baden de una especial capacidad analítica y de un sólido rigor estilístico al abordar cualquier tipo de repertorio. Este sentido analítico se superpone a una sonoridad típicamente alemana, basada en la contundencia y solidez del sonido, la homogeneidad de las familias orquestales, con una especial fuerza en los metales y un agudo sentido del color en los vientos y percusión.

La versión de los 'Wunderhorn lieders', de Mahler, resultó de una enorme variabilidad de planos expresivos. Desde la sátira, a lo fantástico; desde lo lírico a lo trágico; desde lo místico a lo más prosaico popular. El director Gielen proyectó una exaltación vibrante y descarnada del color, mientras que el barítono Hamno Müller- Brachmann, realizó una versión segura, sólida dentro de un claro estilo más «expresionista» que romántico, y de una gran fuerza y variedad emocional. Puntos culminantes de su actuación fueron los dos últimos lieders, el 'Tamburg' sell' , sobre el tamborilero acusado de desertor que se despide, antes de ser colgado, de su universo cuartelero, y el estremecedor 'Revelge', una marcha macabra de fantasmas y esqueletos que preludia buena parte de la historia del siglo XX.

En la segunda parte se ofreció una versión contundente, progresiva en intensidades y muy cuidada en color de la 'Sinfonía nº1', de Brukner. Poderío sinfónico en una obra densa y compleja. Tras los aplausos, el Preludio del Acto II de Lohengrin, de Wagner, con su contundencia en los metales, volvió a subrayar ese rotundo poderío de la orquesta alemana.

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