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Cultura

Un Chueca arrevistado abre en Oviedo la temporada de zarzuela

RAMÓN AVELLO

Miércoles, 18 de febrero 2009, 04:10

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Con un programa doble, unido bajo la idea del ensayo general de una compañía lírica, el Campoamor comenzó con lo que podría denominarse un «homenaje a Chueca» la XVI Temporada de Zarzuela.

'El bateo', una música bien conocida por los aficionados al género chico y considerada como una de las obras más castizas de Chueca, describe con ingenio, cierta exageración próxima a la astracanada y una evidente gracia castiza, el bautizo del hijo de Nieves y Lolo. La paternidad del niño está puesta en entredicho por Pamplinas y sobre ese leve argumento se hilvanan una serie de números de fuerte casticismo.

La escenografía resulta, en ocasiones, un poco confusa, con mucho movimiento en los cuadros de escena sobre los que aparecen situaciones un tanto enrevesadas, animadas por actividades musicales, algunas de ellas dentro del patio de butacas. Las escenas coreográficas de baile refuerza a su vez el protagonismo del Coro Capilla Polifónica Ciudad de Oviedo.

Por su parte, la orquesta de Oviedo Filarmonía tiene una actuación vibrante, con un 'tempo' adecuado para Chueca, ritmo ligero, con profusión de vals y chotis. En las partes vocales, sencillas todas, destaca la soltura de Luis Álvarez, en el papel de 'Wamba' el anarquista, y la simpática actuación de Carlos Crooke, muy especialmente en la pequeña romanza cómica 'Yo soy Virgilio, el Lechugo'.

Españoles en la Expo

'De Madrid a París' se presenta como una sucesión de números musicales, en torno a un grupo de personajes que acuden, hoy diríamos 'de papo' a la Exposición Universal de París. Destaca entre ellos el conocido Luis Varela, quien ejerce en el escenario de un catalán dispuesto a todo con tal de no rascarse el bolsillo. Entre los números brillaron con luz propia 'La danza de los salvajes filipinos' y el 'Coro de los aguaciles'.

Al final de las dos obras aparece el personaje de Chueca, un tanto desdibujado y, quizás, uno de los retratos menos conseguidos anoche. El público aplaudió la dirección de Juan de Udaeta, las comicidades de Luis Varela y la actuación del Coro Capilla Polifónica Ciudad de Oviedo. Por su parte, Andrés Lima, director de escena con una larga experiencia como actor y director, engloba las dos obras con un hilo conductor que nos recuerda al teatro dentro del teatro: Un ensayo general en el que aparece un tramoyista, un electricista y un Chueca, probablemente más soso que el Chueca real.

Salvo esta licencia, la propuesta de Lima es, en general, respetuosa con el fondo de las dos obras.

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