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GIJÓN

600 viviendas, un hotel y mucha polémica

El plan parcial de Cabueñes ha contado desde el principio con la oposición vecinal

O. E.

Martes, 17 de marzo 2009, 03:56

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El 10 de noviembre del año 2003, EL COMERCIO publicaba que los vecinos de Cabueñes temían que el nuevo Plan General de Ordenación Urbana disparara la edificación en la parroquia. Se habían filtrado los primeros planos del nuevo plan de ordenación y empezaba a haber cierto malestar en toda la zona rural. Un malestar que, por otra parte, se plasmó después en las tres 'marchas verdes', en las que siempre participó Cabueñes.

Unos meses después de aquella primera noticia, en febrero de 2004, se aprobaba de forma inicial el PGOU, que señalaba a la parroquia como una de las nuevas bolsas de suelo de la ciudad. Había que definir aún muchas cuestiones concretas, y el documento urbanístico señalaba que había que hacerlo mediante un plan especial, que es lo que se está tramitando en estos momentos.

La primera documentación al respecto que se presentó en el Ayuntamiento fue en junio de 2007. La junta de compensación formada por los propietarios de los 253.749 metros cuadrados había contratado al arquitecto Ovidio Blanco para diseñar la ordenación de un espacio en el que se plantea la construcción de unas 600 viviendas, así como la ampliación del Hospital de Cabueñes, del colegio de la parroquia, suelo para oficinas y para usos hosteleros.

En cuanto se hizo público que esas 600 viviendas iban a estar repartidas en un bloque de cinco plantas y 12 de cuatro, comenzó la polémica. Los vecinos tardaron poco en calificar la actuación de 'muro' y en organizarse en una plataforma. El concejal de Urbanismo, Pedro Sanjurjo, llegó a reunirse con los portavoces vecinales, sin ningún éxito de entendimiento. Las posturas, según los vecinos, son «irreconciliables». Presentaron 2.865 alegaciones al plan, hicieron un llamamiento a IU, entregaron escritos de protesta al presidente del Principado, elevaron una queja ante la Comisión Europea, han denunciado una y otra vez «graves irregularidades»...

Por contra, el Ayuntamiento defiende la legalidad del plan y Sanjurjo ha dejado claro que «no es reversible» y que el proyecto es «coherente» con el PGOU y con el «carácter urbano» de la parroquia. Ahora, el PP ha hecho frente común con los vecinos. Y mientras continúa la tramitación, continúa la polémica.

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