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Rafael Font (centro), en Bruselas. / LVA
Pensando en las catástrofes
AVILÉS

Pensando en las catástrofes

El avilesino Rafael Font trabaja en Italia en la unidad de Seguridad Global del Instituto de Protección de la CE

FERNANDO DEL BUSTO

Lunes, 4 de mayo 2009, 10:35

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No paran de pensar en catástrofes: epidemias, terremotos, crisis políticas... Es el día a día del Instituto de Protección y Seguridad del Ciudadano de la Comisión Europea, con sede en Ispra, una ciudad del norte de Italia, en la provincia de Varesa, en la vertiente este del Lago Mayor de Lombardía.

En su Unidad de Seguridad Global y Gestión de Crisis trabaja el informático avilesino Rafael Font desde hace dos meses. «Estoy llegando, pero es un trabajo apasionante», concluye. Anteriormente disfrutó de una beca de la Comisión Europea antes de lograr este puesto.

La unidad en la que trabaja se centra en tres grandes líneas: crisis políticas, desastres naturales y epidemias. Rafael Font comparte trabajo con cerca de 3.200 investigadores para diferentes actividades, si bien su grupo de trabajo (tecnologías para la crisis) se reduce una decena de personas.

Su trabajo como ingeniero de programación se centra en desarrollar aplicaciones para los modelos de las epidemias. De esta forma, los gobiernos europeos contarán con más herramientas para gestionar las situaciones imprevistas.

La gripe porcina

De hecho, el actual estallido de gripe porcina es su primera crisis, que les ha obligado a detenerse en su trabajo. «Estamos trabajando en un proyecto que hemos parado para tratar de procesar los datos y facilitar la información a la Unión Europea», comenta.

No es una tarea sencilla. «En América y en Europa no se utilizan los mismos criterios. Y también hay que saber distinguir la información. No es lo mismo el momento en el que se produjo el contagio que cuando desarrolló la información. Los medios de comunicación hablan mucho de los sospechosos, pero no son los casos que más nos interesan», explica.

La evolución de la gripe les obliga a seleccionar información, procesarla. Más que información sobre la crisis, su trabajo consiste en saber cómo abordarla, cómo gestionar las necesidades de la población.

«Aquí contamos con una sala de crisis y la experiencia nos permite saber si responde bien a las necesidades de esas situaciones. Luego, facilitamos los datos a los gobiernos de la Unión Europea». Facilitando la misma información se trata de lograr que los diferentes miembros cuenten con idénticos datos a la hora de decidir y sea más fácil el trabajo en común de los diferentes Estados.

De momento, la epidemia originada a México les está sirviendo para probar los dispositivos creados. «Aún estamos en una fase muy temprana, pero cuando todo remita, se evaluará lo que se hizo. Nuestro modelo epidemiológico aún no está concluido, pero esta situación nos servirá para saber qué datos son necesarios, con qué información no ayudamos, qué se requiere», comenta.

De momento, concluye que «es un trabajo para toda la vida. Además de que estás en unas condiciones muy buenas, trabajas en cuestiones de utilidad y donde no sueles encontrar en el mercado privado», comenta este ingeniero técnico en Informática formado en la Universidad de Oviedo.

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