Los adolescentes comen basura

Se suele decir que según vamos envejeciendo nos convertimos y otra vez en niños. Nunca tan cierto como en el caso de la alimentación. Sólo los menores de tres años y los que han cruzado la cincuentena siguen en España dietas que se podrían considerar equilibradas. Los adolescentes, por el contrario, siguen siendo el grupo de edad que peor se alimenta y más se aleja de las recomendaciones de los nutricionistas: ingieren poco pan y menos verduras (sólo el 12%). El recurso de la comida rápida, los desayunos incompletos y el excesivo consumo de carnes y bollería industrial es, en general, la radiografía que deja sobre nuestros pésimos hábitos alimenticios el último estudio del Observatorio Eroski de Nutrición y Bienestar.

En él se insiste en que son de nuevo los adolescentes españoles con edades entre 14 y 18 años los que peor se alimentam. La mitad de los encuestados no consumen las dos raciones de verdura diaria recomendadas, no toman lácteos suficientes para completar su desarrollo, apenas prueban un alimento imprescindible como es el pan y el 67% de los encuestados admiten comer por lo menos una vez a la semana comida rápida.

El desayuno sigue siendo nuestra gran asignatura pendiente, sobre todo entre los niños, ya que casi la mitad no bebe leche y sólo el 30% come fruta fresca por la mañana. Aunque sea una de las principales comidas del día, según todos los expertos, los resultados de la encuesta demuestran que en general siempre fallamos en alguno de sus tres pilares, ya que la primera comida del día debería contener un lácteo -un vaso de leche, un yogur o un trozo de queso-, fruta y pan o cereales.

Alimentos enriquecidos

Esa falla tratamos de compensarla con un aumento en el consumo de alimentos 'enriquecidos', una moda que se ha extendido, ya que casi la mitad confiesa que toma a diario productos con vitaminas y minerales añadidos, aunque no tengan carencias concretas. Mejor sería, según los expertos, aumentar el consumo de pescado (tres o cuatro raciones semanales) y sobre todo de verduras, que todavía están muy lejos de alcanzar las recomendaciones dietéticas a nivel nacional e internacional. Según este informe, el consumo adecuado de verduras se produce más entre la gente mayor que entre la juventud y, a pesar de su nivel educativo en hábitos alimentarios, continúan prácticamente desaparecidas de la mayor parte de los menús.

Pero no sólo los más jóvenes se alimentan mal. Los adultos toman más lácteos de lo recomendado y son, con diferencia, el colectivo en el que se da un menor consumo de pescado y legumbres. Por lo general, las personas adultas y jóvenes tienen tendencia a ingerir demasiada carne y los niños y adolescentes degluten con exceso dulces y bollería industrial.

Cereales

El informe destaca el olvido general de los cereales integrales y de los frutos secos: sólo un 20% de los españoles tiene presente en su alimentación habitual estos frutos ricos en grasas saludables. Por contra, el consumo de sal sigue disparado. El 60% tiene demasiada afición al salero.

Por último, la encuesta refleja que la mitad de las personas con problemas de sobrepeso no toma jamás lácteos desnatados ni cubre las raciones de verduras recomendadas. Esto, unido a que más del 70% de ellos come carnes grasas o rojas con demasiada frecuencia, les lleva a aumentar el riesgo de sufrir problemas cardiovasculares.