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MIGUEL LORENCI
Miércoles, 10 de junio 2009, 04:37
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El Estado se ahorró 3.373 millones de euros en 2007 gracias al concierto educativo con la confesión católica. Este 'alivio' al erario es más de veinte veces lo que la Iglesia recibió de las arcas públicas vía IRPF: 150 millones. Así lo sostiene la Conferencia Episcopal Española (CEE) en su memoria económica, en la que se justifican y detallan los gastos de 2007. Fue el último ejercicio en el que la Iglesia recibió un 0,5% del IRPF, porcentaje elevado al 0,7% con el acuerdo de reforma de la asignación tributaria, lo que reportó a la Iglesia 242 millones de euros en el ejercicio siguiente.
En la última campaña, siete millones de declaraciones llevaban la 'x' en la casilla de la Iglesia. En total, 8,5 millones de contribuyentes teniendo en cuenta las declaraciones conjuntas. Unas cifras que «satisfacen» al episcopado, según expresó el vicesecretario de asuntos Económicos de la CEE, Fernando Giménez Barriocanal, al presentar los datos de la memoria.
Según la CEE, el ahorro a las arcas públicas en 2007 multiplica por 22 los 150 millones de la asignación tributaria. Y eso que los obispos han calculado sólo las economías que generan en Educación, teniendo en cuenta la diferencia de coste para el Estado de una plaza en colegio público y en uno concertado. No descartan estimar en próximos ejercicios otros 'ahorros' al erario público con su labor asistencial en hospitales, comedores, residencias de ancianos, orfanatos, o en el mantenimiento del patrimonio cultural, tal como adelantó Giménez Barriocanal. Según sus estimaciones, en coste de mercado «un euro en la iglesia vale 2,5 euros, un 250%: eso es dar trigo y no sólo predicar». El cálculo episcopal asegura que «el coste de una plaza en un centro público se acerca al doble del importe asignado para una plaza en un centro concertado». La Iglesia gestiona 6.022 colegios privados y concertados en los que hay matriculados casi 1,3 millones de alumnos.
Sostenimiento
La CEE estima que las cantidades recibidas por vía del IRPF «permiten mantener el sostenimiento de la Iglesia en niveles de eficiencia y austeridad semejantes», pero añade que las otras formas de recaudación, como las colectas y suscripciones, que en 2007 ascendieron a 14 millones, «siguen siendo absolutamente indispensables». De los 164 millones de ese presupuesto anual, los gastos generales ascendieron a 25,3 millones y 138,5 fueron para las diócesis. El grueso de esta última partida (78%) son los sueldos de los obispos y los más de 19.000 sacerdotes repartidos en casi 22.700 parroquias: 107,3 millones de euros. Unos sueldos que, según Giménez Barriocanal, oscilan «ente los 600 y los 900 euros» mensuales para los sacerdotes y que rondan los 1.000 euros en el caso de los obispos. La Seguridad Social de curas y obispos supone 16 millones.
La Iglesia tiene bien hechas sus cuentas: de la actividad caritativa y asistencial que realiza a través de instancias como Cáritas se benefician casi tres millones de personas en 4.500 centros y a través de una veintena de programas a los que se dedican 262 millones de euros. La Iglesia atiende hospitales, ambulatorios y dispensarios, leproserías, orfanatos residencias de ancianos y minusválidos, guarderías y centros para víctimas de violencia o ex prostitutas.
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