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La artista, entre algunos de sus cuadros ./ N. A.
Elena Pendás expone en la Casa de Cultura de Ribadesella hasta el día 30
Oriente

Elena Pendás expone en la Casa de Cultura de Ribadesella hasta el día 30

JUAN GARCÍA

Sábado, 25 de julio 2009, 05:20

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Desde el lunes puede visitarse en Ribadesella una de las exposiciones más sensuales y picantes de la artista local afincada en Lugo, Elena Pendás. Después de colgar en la Casa de Cultura de Cangas de Onís, Elena regresa a su villa natal cargada de miradas y desnudos de mujeres con enormes curvas y pomposos traseros.

Queda claro que la autora está en contra de la delgadez extrema y apuesta por una feminidad redonda, sin excesos, pero nunca famélica. Y para combatir el hambre, nada mejor que una hamburguesa en lugar de las múltiples marcas y productos dirigidos a la consecución de cuerpos perfectos. En 'Pequeño capricho' representa a la mujer que lucha a diario contra el bombardeo publicitario de productos dietéticos y adelgazantes.

Pero sus ganas de provocar al espectador van mucho más allá con el cuadro titulado 'El tamaño no importa', donde representa una enorme y sensual boca femenina saboreando un pequeño helado. Una obra de doble sentido con la que también pretende reivindicar «mayor tamaño para unos helados que van menguando con el paso de los años».

Otras de sus demandas personales también se dejan ver en esta muestra. A pesar de llevar 18 años viviendo en Galicia aún tiene problemas con la lengua. «Entiendo el gallego perfectamente, pero a veces ellos no me entienden a mí», dice con resignación. Este sinsabor lo deja patente también en 'Lee mis labios' y 'El ardor de la sangre'.

Miradas

No obstante, el tema principal sobre el que gira la nueva colección de Elena Pendás son las miradas. Y en ella pueden verse miradas cargadas de veneno, un ojo femenino junto a una araña viuda negra, o miradas románticas. En 'Te veo en mí' es la pupila la que llama la atención, pues en ella se refleja una de las dos únicas figuras masculinas incluidas en la exposición. Una figura que aparece y desaparece en función de la iluminación.

El segundo hombre queda representado en 'Parar el reloj', aunque semioculto en un seductor abrazo femenino.

Misteriosos cuadros que siempre dejan abiertas las puertas a la interpretación del espectador según su estado de ánimo. Eso sí, como de costumbre, todos sus cuadros experimentan esa explosión colorista adoptada desde sus inicios pop y mantenida en su nueva etapa pop-modernista. Elena Pendás permanecerá en la Casa de Cultura de Ribadesella hasta el 30 de julio.

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