«Lo difícil es ganar un Mundial, pero la Copa de Europa es muy dura»

Alberto Entrerríos (Gijón, 7-12-1976), el mejor jugador asturiano de todos los tiempos, logró esta temporada su tercera Copa de Europa con el Ciudad Real, equipo con el que ha renovado por las cuatro temporadas próximas campañas. El gijonés espera que España vuelva a ser la del Mundial de Túnez tras el fracaso de Croacia.

-Tres Copas de Europa, un Campeonato del Mundo, una medalla en unos Juegos Olímpicos... ¿Qué título valora más?

-El Mundial de Túnez fue lo más difícil que conseguí. Fue ante la mejor Croacia, que venía triunfante de la última cita y de los Juegos, aunque los tres títulos continentales tienen su mérito porque fueron duros, especialmente el que logramos recientemente con una gran remontada en el Quijote Arena, que también disfrutó esta temporada cuando ganamos la Liga.

-Dicen que el Ciudad Real es imbatible, una selección del planeta.

-Nadie lo es, pero los éxitos son a base de trabajo, con un estilo de juego propio, cerrado y tácticamente muy elaborado. Además, tenemos al mejor defensor del mundo, que no es otro que Dinart.

-Parece que la crisis afecta a todos los deportes -el Alcobendas estuvo a punto de renunciar-. ¿Aumentarán aún más las diferencias entre su equipo y los demás?

-Al contrario, a nosotros también nos afecta porque no hay tanta capacidad para los fichajes como en temporadas anteriores, pero la ventaja es que contamos con un proyecto ya consolidado.

-Sus actuales entrenadores fueron, en su día, compañeros: Talant y Raúl González. ¿Es algo atípico?

-Ya llevamos cuatros años juntos. Es un trato diferente, pero somos amigos y hay un buen ambiente.

-¿La selección volverá a ser la que ganó el Mundial en Túnez o la que defraudó en la última cita?

-Sinceramente, creo que estamos más cerca de lo primero. Lo de Croacia es para olvidar. Fue la primera vez en muchos años que quedamos fuera de la lucha por las medallas. Todo fue un tanto anormal, no nos salió nada y tengo la seguridad de que no va a volver a pasar.

-¿Hay que introducir nuevos valores?

-Hay que actualizarse y dar paso a jugadores más jóvenes, que cojan experiencia. Los años pasan.

-¿Qué le parece la vuelta de su paisano Jorge Martínez a la portería de la selección, pese a que al final no jugó el preeuropeo?

-Jorge es un tío que me cae genial. Fui campeón de Europa juvenil con él y estuve en todas las selecciones asturianas a su lado. Es un buen portero. A medio plazo seguro que estará otra vez, pero debe esperar a que José Hombrados baje su nivel, aunque ahora entra Sterbick y Sierra esta afianzado.

-¿Carlos Ruesga podría acabar siendo el central del equipo nacional?

-Es un jugador de garantías y lo ha demostrado en las grandes competiciones, por lo que no sería nada extraño que lo fuese en un futuro no muy lejano.

-¿Cuánto le queda de balonmano?

-Al menos las cuatro temporadas, que son las que firmé ahora con el Ciudad Real. Luego, ya veremos.

-Y si le hacen una oferta millonaria del extranjero...

-Habrá que sopesarla, pero quiero cumplir aquí mi compromiso. Pero, si después, con 36 años, me ofrecen mucho dinero fuera, hago las maletas.

-Después de tantos años, ¿qué recuerda con más cariño de su etapa en Asturias?

-Los amigos que me han quedado, pero el ascenso a la Liga Asobal con el Naranco fue especial porque además fue el club que me dio todo lo que sé.

-¿Qué le parece el resurgir del balonmano en Oviedo con el Base?

-Fenomenal porque fue lamentable ver cómo dejaron morir al Naranco.

-¿Y el nuevo proyecto de Gijón?

-Me enteré por EL COMERCIO. Es una gran noticia. Gente con ganas. Pero se van a necesitar apoyos institucionales y al balonmano poco le llega, aunque, por lo que sé, los clubes de la ciudad se han unido y eso al menos es muy positivo.

-En lo personal ha sido padre por segunda vez

-Acaba de nacer Daniela, una hermosa nena de 4,30 kilos. Adrián ya tiene 17 meses. Ya tengo la pareja.

-Y de la música, ¿cuándo le toca coger la guitarra de nuevo?

-No me queda tiempo. Ahora tengo vacaciones y hay que disfrutar de los niños.