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GIJÓN

Los naturistas denuncian vertidos en la playa de Peñarrubia

Han demandado al Ayuntamiento por permitir el desagüe de aguas residuales procedentes de un bar

O. S.

Viernes, 14 de agosto 2009, 05:10

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La Asociación Naturista de Amigos del Principado de Asturias (ANAPA) ha denunciado ante la Guardia Civil al Ayuntamiento de Gijón por permitir «vertidos permanentes de aguas residuales en la playa de Peñarrubia desde que volvió a abrir el restaurante del mismo nombre».

Según la agrupación, el establecimientos «sigue teniendo varios desagües que vierten directamente a la playa y a un arroyo cercano que desagua en la playa». La denuncia se presentó ante la Benemérita el miércoles y ese mismo día, agentes de la Policía Local acudieron a la playa para elaborar un informe.

ANAPA denunció hace cinco años al Ayuntamiento de Gijón por el mismo motivo, llegando incluso el Consistorio a ordenar el cese de la actividad del establecimiento hostelero «por carecer de licencia de apertura que ampare la actividad que desarrollaba», asegura la asociación mediante un comunicado.

El posible vertido de aguas residuales ha motivado que muchos de los bañistas que practican naturismo y que acuden a Peñarrubia hayan decidido cambiar de enclave. «Están planteándose la posibilidad de ir a tomar el sol y bañarse a la playa de San Lorenzo, a la escalera 14, teniendo en cuenta que la legislación española permite el desnudo integral en cualquier espacio público», explican desde la Asociación Naturista de Amigos del Principado de Asturias.

Desprendimientos

Además de las aguas residuales, los usuarios de Peñarrubia critican el estado en el que se encuentra el acantilado de la playa. «Continúan produciéndose desprendimientos de rocas y con la alta ocupación, los usuarios no tienen otro remedio que ponerse junto al acantilado, corriendo peligro de que le caiga una piedra encima, como ya ocurrió hace varios años», afirman desde ANAPA.

La asociación de naturista critica además el estado en el que se encuentra el acceso a la playa de Serín. «El último tramo del camino está cortado por un desprendimiento de tierras; los usuarios no pueden pasar o si lo hacen corren riesgo de accidentarse en la bajada», aseguran.

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